Esta era la imagen de la calle Saturnino Montojo en el año 1958, yo soy la niña de la foto.
Como vemos era una calle clásica, con grandes losas de tarifa en las aceras y calzada enchinada.
Al fondo puede verse la valla del parque que llevaba pocos años construido, dicha valla se ha derribado hace poco, dejando a la vista lo que queda de aquel gran parque, al que se le han ido restando terrenos para ensanche de las vías que lo rodean. Al parque dedicaremos una entrada más adelante.
La calle Saturnino Montojo comienza en la calle Real y finaliza en la calle Concepción Arenal.
Con las obras del tranvía este vial ha quedado excluido del tráfico en este primer tramo y los bares de la zona han podido poner terrazas.
Esta foto está tomada desde el mismo punto que la fotografía antigua pero hemos querido mostrar la acera de la derecha en la que se ve la parte baja del bloque que se construyó en terrenos de la Capillita del Auditor y otras casas que formaban la esquina con la calle Lepanto. En esos locales hay actualmente oficinas del ayuntamiento ya que el edificio de la casa consistorial lleva años esperando su restauración.
Haciendo esquina también con Lepanto, encontramos esta casa en estado ruinoso que siempre ha tenido inquilinos, aunque últimamente está deshabitada, es propiedad del Obispado. La finca tiene entrada por ambas calles. Hace un par de años se han tapiado los balcones y las puertas.
Final de la calle entrando ya en calle Arenal. Al fondo la arboleda del parque.
Rótulo de la calle.
Vista de la calle desde su desembocadura en calle Arenal.
Detalle de la fachada de la primera casa de la calle haciendo esquina con la calle Real.
En esta imagen de la calle Calderón de la Barca, a la izquierda podemos ver cuatro cierros de una casa que estaba en estado ruinoso y que tenía su entrada por la calle Saturnino Montojo. En noviembre de 2016 se ha demolido y se están efectuando obras para su reconstrucción. En la siguiente imagen vemos el interior en obras.
Entre materiales de obra puede verse el brocal del pozo que se encuentra en la zona central de la finca y que parece que se piensa respetar. Bajo el pozo se ve el hueco de una aljibe abovedada.
Almena casa número 25
Fachada de la vivienda nº 25, domicilio de mis abuelos cuando se vinieron de Sancti Petri y que habitaron mientras vivieron.
Local en el que estuvo Ultramarinos "El Gallo".
Casa nº 19, de pequeñas dimensiones pero de gran belleza. Destacar el adorno de mármol alrededor de la puerta de entrada, el pretil de la azotea como una balaustrada y el zócalo de la fachada de mármol rosa modelado.
Durante los meses de verano de 2015 el local que quedaba colindante con esta vivienda se ha añadido a la misma respetando la forma primitiva que tenía la fachada.
Fachada durante las obras de restauración.
Una bonita restauración, manteniendo la estética que siempre ha tenido este lugar.
La casa nº 21 tenía una accesoria abajo donde había un taller de costura, en la parte alta vivía otra familia. Por ser la única casa con balcón que había en esta calle la conocíamos como "la del banconcito".
La casa nº 23 que lleva en venta varios años ha sufrido el robo del cierro por lo que sus dueños se han visto obligados a cerrar el vano.
No es una calle de grandes casas pero las que han ido construyéndose han respetado el entorno, salvo los bloques como el que antes hemos mencionado.
Almena de la casa nº 28.
Los dos ejemplos de almenas que he seleccionado de la calle tienen un motivo sentimental, ya que pertenecen a las dos casas en las que he vivido durante toda mi vida, salvo algunos paréntesis, aunque mi nacimiento tuviera lugar en la calle Santa Lucía.
Al comienzo de la calle, casi en la esquina con la calle Real, se encuentra una de las hornacinas más bonitas de la ciudad, bajo ella se encontraba un comercio de ferretería que cerró hace mucho tiempo, y en el cual, siendo niña, compraba por encargo de mi abuelo, masilla para los cristales de la montera, aún recuerdo el olor de aquella masa que envolvían en un trozo de papel de periódico.
Dos tiendas de ultramarinos se encontraban también en esta calle, El Gallo, que tenía la puerta principal en la calle Lepanto, y la Vejeriega, que la tenía a la calle Calderón de la Barca, y que muchos llamábamos la Virgencita porque tenía en su fachada una hornacina con una Virgen de Lourdes, que ya comentaremos cuando hablemos de dicha calle.
Estado actual de la hornacina en la que han colocado una Virgen del Carmen.
Imagen de google maps.
La denominación de una calle con este nombre fue aprobada, sin ubicación el día 23 de junio de 1883.
Su aprobación ya situándola en este vial llegaría en una primera propuesta del día 17 de julio de 1895 y en segunda propuesta de 9 de agosto de 1895.
Anteriormente tuvo el nombre de San Antonio de Padua y de Paula.
Juan Bautista Antequera, Museo Naval de Madrid
También se llamó Antequera como aparece en fecha de 6 de diciembre de 1866, en honor a Juan Bautista Antequera y Bobadilla un militar y político español, Vicealmirante de la Armada Española. Nacido en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, el 1 de junio de 1823 y fallecido en Alhama de Murcia (Murcia) en 1890. Durante la Guerra Hispano-Sudamericana de 1865, tomó el mando de la fragata blindada Numancia a las órdenes del Almirante Casto Méndez Núñez asistiendo al bombardeo de Valparaíso y al combate del Callao el día 2 de mayo de 1866. Sus restos fueron inhumados en el Panteón de marinos Ilustres el día 4 de septiembre de 1922.
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Don Saturnino Montojo y Díaz nació en el Ferrol, La Coruña, el 6 de febrero del año 1796 y murió en San Fernando, Cádiz, el 13 de Junio de 1856.
Fue marino, militar, astrónomo y matemático. Desempeñó la dirección del Observatorio de Marina.
Ingresó en la Academia de Guardias Marinas de Ferrol el 4 de septiembre de 1812. Curso Estudios Mayores con una calificación de sobresaliente. En 1816 siguió sus estudios en la Academia del Palacio Real de Madrid. En 1823 estuvo navegando entrando en combate cerca del Cabo de Hornos. Un amotinamiento de la tripulación desembarcó a Saturnino Montojo y a los oficiales en las Islas Marianas donde habían arribado para hacer las aguadas. En un ballenero consiguió llegar a Manila y desde allí a España donde llegó en 1826, destinándose como Oficial de Órdenes en el apostadero de Algeciras y poco después al Real Observatorio de Marina de San Fernando, a petición de su director don José Sánchez Cerquero. De nuevo navegó a Filipinas a bordo del Santa Ana y a su regreso a España fue destinado definitivamente como astrónomo al Observatorio.
Desempeñó la Jefatura de Estudios del Colegio Naval, en comisión, sin desantender su destino en el Observatorio. Ocupó varias veces la dirección del centro con carácter interino. El 29 de mayo de 1847 es nombrado Director del Real Observatorio por renuncia por enfermedad de su antecesor Sánchez Cerquero.
Saturnino Montojo está enterrado en el cementerio de la ciudad, una lápida común cubre los nichos de él y de José Sánchez Cerquero. Una inscripción dice: A los insignes varones directores que fueron del observatorio Astronómico de esta ciudad.
Qué mona estás en la foto, Leonor. Me recuerda a fotos similares que mi madre tiene guardadas en su caja de recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Mari Carmen
Buscando fachadas de edificios para un trabajo, doi con este blog, y mira de quién es! Preciosas las fotos que he visto!
ResponderEliminarUn beso desde Huelva^^
María Bernal
LEONOR :
ResponderEliminarTUS FOTOGRAFÍAS DE MI CALLE SATURNINO MONTOJO ,ME HACEN REVIVIR HISTORIAS INOLVIDABLES .
LA CASA DEL BALCONCITO DEL NUMERO 21
FUE MI MORADA HASTA QUE CUMPLIENDO 7 AÑOS NOS TRASLADAMOS A MADRID.
EN ESE BALCÓN MONTADO EN MI TRICICLO ME PASABA LAS HORAS MIRANDO EL TRASIEGO DE LA CALLE.
LA CASA TIENE UN PATIO CON MONTERA ACRISTALADA EN EL QUE ME DIVERTÍA JUGANDO .
EN EL TALLER DE COSTURA DE LA PLANTA BAJA HE PASADO BUENOS RATOS EN COMPAÑÍA DE MI MADRE.
!SATURNINO MONTOJO 21 ..NUNCA TE PODRÉ OLVIDAR¡
GRACIAS LEONOR POR ESTE TRABAJO IRREPETBLE DE NUESTRA ISLA