martes, 12 de mayo de 2020

PARROQUIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS



Parroquia de San Francisco de Asís, en 2017

La iglesia de San Francisco fue construida entre 1782 y 1805.  Se desconoce el nombre del autor del proyecto ni de los maestros de obras que construyeron el templo. La planta y el exterior se conservan como en sus principios, salvo las mejoras que fue experimentando en el exterior durante el siglo XIX. Su interior sufrió una gran transformación en la reforma de 1966, motivada por las disposiciones litúrgicas del Concilio Ecuménico Vaticano II. 

Las obras técnicas de reforma de 1966 fueron ejecutadas, entre mayo y agosto, por la Empresa Nacional "Bazán", bajo la dirección de D. José Montero de Lora, ingeniero jefe de Obras Civiles de la factoría naval. 


Fotografía del Archivo Quijano. Mediados siglo XX.

En esta fotografía podemos ver edificios ya desparecidos que ocupan terreno de lo que es hoy la calle Almirante Faustino Ruíz. La parte de la derecha de la iglesia, donde se encuentran dependencias y viviendas de la parroquia fue rehabilitada presentando posteriormente una construcción más moderna y perdiendo algo la semejanza que tenía con la fachada de la iglesia.  Por el callejón estrecho que vemos a la derecha de la iglesia se accedía al Patio del Pino.


Fotografía del Archivo Quijano.

En esta otra imagen de 1965 vemos el callejón y patio del Pino. El edificio que queda a la derecha fue durante unos años el local de San Vicente de Paul. Con la apertura de la calle llamada en la actualidad Almirante Faustino Ruiz, desapareció esa edificación y las del fondo. 
Comentar que los terrenos sobre los que fue edificada la Parroquia Castrense eran los que habían sido del Hospicio-Escuela de los Franciscanos y sobre una porción de terreno que habían permutado los franciscanos con los marqueses de Casa Tabares en 1783. Los terrenos fueron cedidos por el matrimonio Manuel de Arriaga y María Ana de Arteaga, con vistas a la fundación de una escuela gratuita para la educación religiosa y de primeras letras, que más adelante sería ampliada. En 1743 fue firmada la escritura donde se otorgaba la propiedad a la Santa Sede, y el uso a los Franciscanos. De aquel Hospicio solo queda el claustro, muy modificado y convertido en patio de vecinos y parte de alguna zona de la escuela, todo en manos privadas.


 Fotografía del Archivo Quijano.

Las Escuelas Pías continuaron su actividad docente en el interior del Hospicio durante los setenta años que van desde la creación de la Parroquia Castrense en 1765 a la exclaustración y desamortización en 1835-36. Eran gratuitas y se mantenían gracias a donaciones y rentas procedentes del arrendamiento de la huerta del hospicio y las rentas que les fueron donadas por los propietarios de casas en alquiler.  
El ayuntamiento se hizo cargo de la escuela del Patio del Pino en 1842, así como del hospicio y la huerta que pasaron luego, de nuevo, a manos eclesiásticas y posteriormente a propiedad privada. El local de la escuela lo conservó el ayuntamiento con la misma función hasta el siglo XX, ya totalmente desvinculado de la parroquia.


Fachada de la Parroquia de San Francisco de Asís.

La fachada es sencilla y clásica, de un solo cuerpo. La puerta, centrada en la fachada, está adintelada y aparece flanqueada por pilastras toscanas. Está rematada por un frontón curvo en el que figura el escudo actual. 
Sobre el frontón, una espadaña de un solo vano con campana. Desde ésta se alargan hasta los laterales de la fachada dos curvas que dan dinamismo al conjunto. Fue construida con materiales como el ladrillo, el yeso y la cal, lo que le da ese aspecto de sencillez. Más adelante comentaremos otro campanario, mucho más vistoso, que se encuentra en la parte posterior de la iglesia. 


Campanario delantero.

En la imagen podemos ver el juego de curvas de la espadaña y la parte central donde se abre el vano de la campana. A los lados vemos dos merlones de pilar bajo decorados con cartelas y rematados con una pieza piramidal como las que aparecen sobre el cuerpo central de la espadaña.


Escudo actual de la fachada.

El escudo actual de la fachada, con las llaves de San Pedro coronadas por la tiara pontificia, sustituyó en 1926 al escudo anterior que se encuentra hoy día en el Museo Naval.



Escudo antiguo que presidía la fachada de la Iglesia Parroquial hasta 1926. Actualmente se encuentra en el Museo Naval de San Fernando.

El escudo anterior, que se encuentra muy deteriorado, presenta en el primer cuartel la mitra y el báculo; en el segundo aparece el distintivo de la orden de los dominicos y en el tercero el de los franciscanos; al timbre, el capelo y los doce borlones refiriéndose a un obispo, que posiblemente por la época fuese a Fray Tomás del Valle, obispo de Cádiz, dominico y Vicario General Castrense, muy ligado a las grandes obras desarrolladas en la Isla. 


Azulejo situado en la fachada, a la derecha de la puerta de entrada.

En la fachada, a la derecha de la puerta, está colocado un azulejo dedicado al Beato Marcelo Spínola por el 175 aniversario de su nacimiento y bautismo en esta parroquia. Fue encargado por la Hermandad de la Expiración. Es obra de Juan Pérez Bey, siendo bendecido en enero de 2010.


Vestíbulo de la Parroquia tras la entrada.

Pasada la puerta de entrada encontramos un amplio vestíbulo cuadrangular que da acceso al cancel o contrapuerta de la iglesia. A la derecha se encuentran oficinas parroquiales. Un zócalo de azulejos decora toda la parte baja de las paredes y de los pilares, que soportan tres arcos de medio punto, a la derecha e izquierda del vestíbulo. 


Cancel interior.

El cancel es de madera con vidrieras con los escudos de la Santa Sede, tiara y llaves cruzadas, y de la Real Armada, ancla coronada. La primitiva entrada al interior de la iglesia estaba situada bajo el coro pero se adelantó hasta la posición actual para dar mayor cabida al templo. 


Escudo heráldico de la Real Armada en el siglo XVIII. 

El cancel está rematado por un escudo heráldico hecho en madera tallada y policromada. 

"Se trata del escudo de armas sencillo de la Real Armada durante el siglo XVIII: cuartelado con las armas reales de Castilla y León, con un escusón en el centro con las flores de lis de la Casa de Borbón; al timbre, corona real; rodeado de un collar del que penden los emblemas de las órdenes del Toisón de Oro y del Espíritu Santo; flanqueado por leones tenantes; y acompañado finalmente de diversos motivos navales como banderas, estandartes, cañones, anclas, criaturas marinas..." : Fernando Mósig. Historia de la Parroquia de San Francisco de Asís (1765- 2015)


En el vestíbulo, sobre los arcos se encuentran varias vidrieras con motivos marinos y religiosos. En la vidriera central una escena marina protegida con una cruz.


A la derecha, una placa de mármol muestra las siete palabras, colocada donde hubo otra lápida dedicada a José Antonio Primo de Rivera que fue colocada como demostración de adhesión al régimen político establecido tras la Guerra Civil.


Parte izquierda del vestíbulo con las vidrieras semejantes a las colocadas en la parte derecha. Su simbología, igualmente relacionada con la Armada. En la vidriera central, una escena marina bajo la protección de la Virgen.


En el atrio de la entrada se colocó una lápida de mármol con el texto resumido de las indulgencias y gracias otorgadas a las iglesias que eran agregadas a la Basílica de San Pedro.




Dos puertas de madera cierran la entrada al atrio. En la parte exterior están decoradas con clavos dorados.


La parte interior presenta los mismos cuarterones que las puertas del cancel.


El cancel mantiene cerradas las grandes puertas centrales que solo abren cuando es necesario. Habitualmente, para los cultos diarios de misas, se accede al templo por las dos puertas laterales de dicho cancel.


El cancel abierto.

El suelo de losas de mármol fue costeado por la Marina en el año 1873. Los bancos antiguos fueron sustituidos en los años ochenta por otros de madera de teca hechos en el Monasterio del Parral de Segovia. 


En esta fotografía se aprecian bien los motivos decorativos de las vidrieras. A la derecha el escudo de la Santa Sede y a la izquierda el escudo de la Real Armada. Sobre la puerta vemos un pequeño crucifijo con el Cristo de marfil.


A la entrada, a la derecha del cancel, nos recibe un cuadro representando a las almas del purgatorio socorridas por la Virgen del Carmen. Debajo una oración. Esta estampa se encuentra debajo de uno de los cuadros del apostolado.


Aunque no se cuenta con ningún plano de la iglesia, se ve que se trata de una planta de cruz latina, con un amplio sotocoro La nave central es más alta que las laterales que comienzan una vez superado el nártex.
La parroquia posee un interesante Apostolado formado por diez lienzos ovalados representando a los santos apóstoles Pedro, Juan, Mateo, Felipe, Bartolomé, Santiago el Menor, Simón el Cananeo, Judas Tadeo y Matías. Faltan en la serie los lienzos de Santiago el Mayor y Tomás el Mellizo, lienzos que debieron perderse en los traslados o se deterioraron durante la etapa en que estuvieron almacenados en dependencias de la parroquia. 
Los diez lienzos están situados a la entrada del templo, bajo el coro alto, en igual número en cada muro lateral.
Están firmados por F. de Vega y Muñoz, pintor romántico llamado Francisco, que los pintaría hacia 1860 para ser colocados en el Panteón de Marinos Ilustres, en donde estuvieron hasta finales del siglo XIX. 


Los lienzos están enmarcados en óvalos de 60 x 50 cm. aproximadamente. Es una serie de gran calidad pictórica con influencias murillescas. San Felipe con el báculo rematado en cruz.


Cada apóstol, representado de medio cuerpo, porta consigo un símbolo definitorio, ya sea instrumento de martirio o atributo característico. San Simón, la sierra.


San Pedro porta las llaves.


San Mateo el libro con el Evangelio.


San Judas Tadeo, el libro y el hacha.


San Juan, el cáliz del que emerge una serpiente alada.


San Andrés, la cruz aspada.



San Bartolomé, la lanza.



San Matías, el libro y el hacha, al igual que San Judas Tadeo.


Santiago el Menor, el bastón de peregrino.


Las escenas del Vía Crucis fueron adquiridas en 1918 a los talleres de Claudio Rius de Barcelona y se encuentran expuestas en las dos naves laterales. Durante un tiempo, tras la reforma de 1966, fueron sustituidas por unas cruces sencillas de hierro forjado. En 1986, una vez restaurados por Alfonso Berraquero, fueron de nuevo colocados en los frontispicios del interior del templo.


Pila de mármol negro para agua bendita.

En la entrada de la iglesia, pasado sotocoro, se encuentran dos pilas para el agua bendita de mármol negro. Lo normal es que las pilas para agua bendita se encuentren justo al entrar en la iglesia, así lo vemos en la Iglesia Mayor, en la Iglesia Conventual del Carmen, etc.
En este caso quizá sea porque la entrada al templo anteriormente se encontraba en ese punto, pasado el coro alto, y más tarde se añadió este tramo para mayor capacidad de fieles.


Nave central.

La nave central está cubierta con bóveda de cañón, lo mismo que la nave de transepto. El antiguo coro bajo y la sacristía eran los puntos de conexión de la iglesia con las dependencias de los franciscanos.


Cúpula en la nave del crucero.

En el crucero, una cúpula sobre pechinas, con los cuatro evangelistas, cuenta con ocho nervios y ocho óculos, y no tiene linterna. Las pinturas al óleo sobre lienzo (120 x 80 cm.) son de autor anónimo pero pueden relacionarse con la escuela sevillana del siglo XVIII.


San Lucas, siglo XVIII.

San Lucas porta un libro abierto, lleva túnica ocre y manto rojo. En el ángulo inferior izquierdo aparece un buey. 


San Juan, siglo XVIII.

San Juan se presenta joven, con melena larga negra. Porta un libro cerrado y una especie de báculo. A su izquierda media águila negra, símbolo de la espiritualidad de su Evangelio.
En las otras dos pechinas se encuentran San Mateo y San Marcos. 


En los lunetos de la bóveda hay ventanales con vidrieras, todas con diferentes motivos alusivos a la Armada y a los diferentes cuerpos que la forman. 


En la vidriera de la izquierda vemos los símbolos del cuerpo de farmacia y del cuerpo jurídico. En la vidriera derecha se hace referencia al cuerpo general del aire y cuerpo de tierra.


En el lado izquierdo de la nave central, antes de llegar al crucero, las vidrieras representan a los cuerpos de sanidad, intendencia, intervención y oficina. 


Los pilares que sustenta los arcos fajones de la bóveda de la nave central son de planta cruciforme y llevan pilastras adosadas sobre plinto. Poseen capiteles rectilíneos a juego con la cornisa. 


Las diferentes alturas que se observan en las cubiertas exteriores de la iglesia también se pueden apreciar en el interior. Las naves laterales son de menos altura que la nave central.


Con la reforma de 1966 se buscó mayor luminosidad. Se instalaron hachones de hierro forjado en la nave central y en las dos capillas principales. Se optimizó con la instalación de las vidrieras policromadas en los ventanales superiores. 


El altar mayor fue modificado con la llegada del cuadro de la Inmaculada Concepción de Maella en la segunda mitad del siglo XIX. Ya entonces fue colocado en el lugar que ocupa en la actualidad.


Fotografía del Archivo Quijano.

En esta imagen del último cuarto del siglo XX podemos observar la colocación del crucifijo sobre el presbiterio, suspendido de la bóveda. Actualmente se encuentra sobre el cuadro de la Inmaculada Concepción en el testero de la nave central, como podemos ver en la imagen anterior.


Inmaculada Concepción de Mariano Salvador Maella.

Se trata de un óleo de grandes dimensiones. Es una composición en pirámide, con la Virgen en el centro y en el vértice superior la imagen del Padre. Los otros vértices los ocupan San Miguel en lucha contra el dragón, a la derecha, y un grupo de ángeles con los atributos marianos, a la izquierda. En la zona inferior aparece un paisaje.
El lienzo está protegido por un marco de cedro tallado que tenía un remate en la parte superior. Ese penacho se perdió en la obra de 1966 (en la siguiente imagen puede verse).



Fotografía del Archivo Quijano.


Cristo Crucificado

El Cristo Crucificado, que estuvo presidiendo el presbiterio tras la reforma de 1966, se encuentra actualmente en el testero de la nave central sobre el cuadro de la Inmaculada Concepción de Maella, como ya hemos comentado en una imagen anterior. Es una talla completa, parece ser, de madera policromada, de 180 cm. De autor desconocido, sigue el estilo de la escuela de imaginería barroca andaluza.



En la reforma de 1966 el presbiterio fue adelantado hasta las dos primeras columnas de la parte posterior de la nave central, quedando casi a la altura del crucero, bajo la cúpula. Quedó por lo tanto un espacio mucho mayor en la trasera del altar, donde estuvo situado el coro bajo de los franciscanos. 
Se suprimió el templete que albergaba la figura del Sagrado Corazón que se había colocado en 1929. También fueron suprimidas las barandas del comulgatorio.  

Se sitúo un nuevo altar mayor de mármol negro en el que se colocó una placa con la siguiente inscripción: "por la marina, por la iglesia, por el mundo / orantes y oferentes / Dicionis maritimae Generali Praefecto / Excmo. Dnmo. Indalecio Núñez Iglesias / sempiternae gratitudinis votum consecrat. /(1) Consagrada 13-3-1966. 

(1) "El Excelentísimo Señor Indalecio Núñez Iglesias, Comandante General de la Jurisdicción Naval, - es decir, de la zona marítima-, dedica una ofrenda, o un voto, de eterna gratitud".  


Presbiterio.

El coro bajo de los franciscanos, como ya hemos comentado, se encontraba en la iglesia tras el altar mayor. Eran 23 asientos de caoba con reclinatorios del mismo material. En la reforma de 1966, al ser adelantada la posición del mismo, se desmontó la sillería que fue guardada hasta su colocación en el presbiterio, donde se encuentra en la actualidad. 
A la izquierda del presbiterio el ambón para lecturas está tallado con el mismo diseño del púlpito.


Parte de la sillería del coro bajo en un lateral de la nave de la epístola, junto a la capilla del Sagrario.


Fotografía del  Archivo Quijano

Altar mayor consagrado en 1929, se mantuvo así hasta la reforma de 1966. El último día del Triduo, que se celebró con motivo de la bendición del altar mayor, hubo una procesión por el interior de la parroquia y se bendijo la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Estaba colocado más atrás que el actual, a la altura de la actual puerta de la sacristía. Se accedía al mismo por medio de dos escalones de piedra de 4,39 metros de largo, y sobre una "faja de piedra", en cuyo centro se formaba otro escalón, había una baranda de caoba de columnas salomónicas de un metro de alto. 


Parte de la sillería del coro bajo se encuentra en el nuevo presbiterio.


Virgen de Guadalupe

Cuadro donado por la familia Ispis en 1772. La iconografía habitual es la que se representa en esta pintura: Una Virgen de tez morena y rasgos mestizos, con túnica rosada y un manto azul salpicado de estrellas, rodeada de rayos dorados. Las esquinas están decoradas con cartelas que representan milagros vividos por San Juan Diego. La imagen de la Virgen está enmarcada por guirnaldas de flores. Es una pintura al óleo de finales del siglo XVIII o principios del XIX, de autor anónimo. Mide 168 x 115 cm. 
Está situado al lado de la puerta de la Sacristía, tras el Presbiterio, junto a otra pintura que representa la Santa Cena.

 

La Santa Cena

Representación de la Santa Cena. Es un óleo sobre lienzo de 165 x 125 cm., de autor anónimo, según estudios puede ser de mediados del siglo XVIII o del XIX. El cuadro está muy oscurecido por el paso del tiempo.


La Virgen del Pilar

Se trata de un óleo sobre lienzo, de 173 x 123 cm., de autor anónimo, de la escuela sevillana del siglo XVIII. En la pintura aparece en el centro la Virgen del Pilar, situado a la derecha, San Francisco de Asís, a la izquierda, parece que sea San Ignacio de Loyola. El cuadro está situado en la nave central, tras el presbiterio, en el muro de la derecha. 


El Milagro de la Porciúncula 

El Milagro de la Porciúncula o Visión de San Francisco en la Porciúncula, es una de las mejores obras pictóricas de la Parroquia de San Francisco, junto a las tres de Maella y el Apostolado de Vega Muñoz. De autor anónimo, se atribuye a la escuela barroca madrileña, posterior a Velázquez, de finales del siglo XVII. 
Se trata de un óleo sobre lienzo de 165 x 125 cm. Representa la escena milagrosa de la vida del fundador de los Frailes Menores popularmente conocida como "el milagro de las rosas". Se encuentra situado frente al cuadro de la Santa Cena, tras el presbiterio, en el lado derecho.

Porciúncula (lat. portiuncula, significa "pequeña porción de tierra") es una pequeña iglesia incluida dentro de la Basílica de Santa María de los Ángeles, ubicada a unos 4 km. de la capital municipal, en Umbría, Italia. Es el lugar donde comenzó el movimiento franciscano.  


Puerta lateral que da a la calle Almirante Faustino Ruiz, abierta en la reforma de 1966 cuando la calle era solo un proyecto. 


Pila para agua bendita.


El púlpito de caoba fue construido en 1877, posiblemente por el carpintero isleño José Pavón (o Pabón). Su nombre aparece en la espiga de la figura de la Fe que remata el tornavoz. Aunque también puede ser que solo fuera el restaurador del mismo y añadiera su nombre. La cartela central presenta un escudo con los emblemas franciscanos y no hay nada que haga referencia a la Armada, de ahí la duda sobre el autor y fecha.


El antepecho o pretil es de forma poligonal, tallado en madera de caoba en su totalidad, decorado, salvo en la cartela del escudo, con cruces griegas con círculo central inscritas en rombos. El pretil se apoya en un pie bulboso de tres cuerpos. La escalera presenta el mismo diseño que el pretil.



Escudo franciscano.

La cara central está decorada con una cartela donde figura un escudo mixto de la orden franciscana: los brazos de Cristo y San Francisco cruzados sobre una cruz que se asienta sobre un corazón con el emblema de las Cinco Llagas. Al timbre, una corona real.


El tornavoz está realizado también en madera de caoba, con el interior muy trabajado. Está coronado por una figura tallada que representa la virtud teologal de la Fe: una mujer envuelta en un manto, con los ojos vendados y portando una cruz.


Vemos que, aunque con diferente material, madera en vez de mármol, el púlpito tiene mucha semejanza con el de la  Iglesia Conventual del Carmen. 


Púlpito de la Iglesia Conventual del Carmen.


Parte interior del tornavoz. En la zona central la figura del Espíritu Santo. 


Vidrieras a la izquierda de la nave central tras el presbiterio. Sus escudos representan a la Infantería Española, el cuerpo de Ingenieros Navales y el Cuerpo Eclesiástico. 


De izquierda a derecha, ancla coronada del Cuerpo General de la Armada; Cuerpo de Armas Navales; y, Cuerpo de Máquinas.


Nave de transepto. Al fondo la nave del Evangelio. En el muro del frente el cuadro "San Fernando III recibiendo las llaves de la ciudad de Sevilla en 1248".



Vidriera de la Virgen del Carmen en la nave del crucero, lado del Evangelio. Esta vidriera cuenta igualmente con una inscripción en la parte de arriba que dice: Monstra te esse matre, que significa, Muéstrate madre. La Virgen y el niño portan en su mano derecha el escapulario carmelitano.


Al otro lado de la nave del crucero, enfrente de la obra anterior, encontramos la tercera pintura monumental de Maella, para la Población Naval de San Carlos, "San Carlos Borromeo administrando la comunión a los apestados de Milán" (1791-1794).

En este lugar, cuando se hicieron las obras de 1966, se vio que había habido una puerta que comunicaba con el Patio del Pino. En ningún caso se trataría de la puerta principal de la parroquia que siempre estuvo situada en la calle Real. 


Vidriera situada en la nave del crucero, en el lado de la Epístola. San Francisco de Asís. Arriba, en la esquina izquierda vemos una inscripción en latín que significa: (San)? Francisco ruega por nosotros. 


Fotografía tomada desde el testero de la nave central. Al fondo el coro alto y la entrada.


Coro alto.


El órgano es obra de Domingo Florenzano, de finales del siglo XIX o principios del XX. Fue restaurado en 1960. 


Escena VIII del Vía Crucis, obra de 1918.

Se trata de las catorce estaciones del vía crucis. Son altorrelieves de madera policromada. Cada escena está colocada sobre un pedestal horizontal donde figura en número romano la estación correspondiente. Están enmarcados por dos columnas sobre las que reposa un arco rematado con una cruz, todo en madera sobredorada.


Nave de la Epístola.


Santa Lucía.

Santa Lucía es una imagen de pasta de cartón madera, policromada al óleo, del primer tercio del siglo XX. Estuvo en el baptisterio y fue retirada del culto en la reforma de 1966. Actualmente se halla ubicada en la última columna de la nave de la Epístola, de cara a la capilla del bautismo. 


El Baptisterio se encuentra a los pies de la nave de la Epístola.


Pila bautismal.

La iglesia del Hospicio no tenía pila bautismal cuando fue creada la Parroquia Castrense en 1765. Ni se mencionaba en un inventario de 1822. La pila es de mármol blanco. Se encuentra sobre una plataforma elevada del suelo, cubierta con el mismo tipo de losas de mármol. 


San Juan Bautista, obra realizada por José de Cirartegui en 1795.

Es una imagen de talla completa, realizada en madera de cedro, encarnada y policromada. Mide 180 cm. Tiene los ojos de cristal y los dientes de marfil. Se ajusta a la iconografía del Bautista, viste túnica o sayo de piel de camello, de color ocre y se cubre en parte con un manto rojo, alusivo a su martirio. Lo acompaña un cordero, símbolo de Cristo. 
Esta imagen se talló para presidir el retablo del Sagrario. Se desconoce la fecha en que fue trasladada al Baptisterio. Se sabe que tuvo alguna restauración anterior al año 1966 y que se mantuvo en el lugar que ocupa, aunque, posteriormente fue retirada del culto hasta que volvió a su sitio en la capilla bautismal.
Fue restaurada en 2011 por Eduardo Martínez Pérez y Antonio Sánchez Fernández.


Fotografía del archivo de Quijano, mediados siglo XX.

Por las señales del suelo podemos decir que anteriormente tuvo otro tipo de reja y con la reforma de 1966 fue sustituida por la actual.  La pila bautismal está apoyada directamente en el suelo. Preside la capilla San Juan Bautista. A la derecha una imagen de San Pascual Bailón que estuvo en la parroquia hasta 1966. Se desconoce su paradero actual.


Beato Marcelo Spínola y Maestre.

Imagen realizada por Alfonso Berraquero en 2009. Es una imagen completa de barro policromado. De 150 cm. de altura. Se bendijo el 16 de enero de 2010, con motivo del 175 aniversario de su bautismo en esta parroquia. 
El beato Marcelo Spínola y Maestre (1835-1906),  cardenal arzobispo de Sevilla, nació en San Fernando, en la actual calle Lope de Vega (Comedias).


Virgen de la Medalla Milagrosa.

Esta imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa se encuentra en un pedestal, en una esquina de la capilla bautismal. Llegó procedente del hospital de San Carlos en 2014. Al parecer es una imagen de los talleres de Olot (Gerona) de 1914.  


Placa situada en una de las paredes del  Baptisterio dedicada al Cardenal Spínola por el 149 aniversario de su bautizo en esta capilla el día 15 de enero.


Placa alusiva al mismo motivo, el bautizo del Beato Marcelo Spínola y Maestre, en el 175 aniversario en el año 2010.


Al lado derecho de las dos placas que hemos comentado, en una vitrina pequeña podemos ver prendas litúrgicas usadas por el Cardenal Spínola.




Inmaculada Concepción, lienzo pintado por José Sánchez Márquez a finales del siglo XIX. 

Este cuadro fue donado a la parroquia en 1983 por la nieta del pintor, Ana Castañeda Sánchez. Se trata de un óleo sobre lienzo, de 243,5 x 161 cm., de estilo barroco inspirado en las Inmaculadas de Murillo. 


El Bautismo de Jesús

Situado en la Capilla Bautismal. Es un óleo sobre lienzo de 138 x 108 cm. De autor anónimo, se atribuye a la escuela sevillana del siglo XIX.


Cancela del Baptisterio.

La cancela está dividida en cuatro partes, las dos centrales tienen como adorno la Cruz de la Victoria. El enrejado se abre completamente. El diseño es similar a la reja del Baptisterio de la Iglesia Mayor Parroquial que fue realizado por D. Juan del Rey a finales del siglo XVIII.


Las imágenes titulares de la Cofradía de la Borriquita, están situadas en la última capilla de la nave de la Epístola, después de haber estado en la capilla bautismal. En este lugar estuvo la capilla de Santa Bárbara. 
El Cristo, con tres juegos de cuerpos, es obra de José Manuel Miñarro López. Fue bendecido el 13 de marzo de 1994.
La Virgen de la Estrella es obra del escultor Luis Álvarez Duarte, tallada entre 1977-1978. Fue bendecida el 28 de mayo de 1978. Fue restaurada por el mismo autor en 1985.
Este altar fue mejorado y embellecido por la Hermandad en 2015.


En el ático una hornacina pequeña contiene la imagen de San Juan Bautista de la Salle con un alumno, en su iconografía habitual.


Confesionarios en la nave de la Epístola. En total la iglesia cuenta con cinco confesionarios. Dos junto al altar de la Virgen de la Caridad, a los pies de la nave del Evangelio, y otro en un lateral de dicha nave. 


Sagrado Corazón de Jesús.

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús presidió el altar mayor tras las obras de 1929. Esta imagen fue adquirida ese mismo año. Tras la reforma de 1966 fue trasladada a la repisa que ocupa en la actualidad, en la nave de la Epístola.  Es de pasta de cartón madera y policromada al óleo. Procedente de los talleres de Olot (Gerona) o de otros talleres similares de esa época. Muestra la imagen propia de su iconografía. 


San Judas Tadeo.

Imagen de San Judas Tadeo, situada en la nave de la Epístola, en una de las columnas mirando hacia el interior de la nave. Es una imagen de poco valor, adquirida en talleres industriales. La presencia de este santo en la parroquia se debe a la cantidad de fieles que lo veneran. 


Imagen de María Auxiliadora.

Imagen que llegó a la Parroquia de San Francisco en enero de 1998, adquirida por la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos establecida en esta parroquia desde finales del siglo XX. La imagen data del año 1959, y era de propiedad particular. 



San Carlos Borromeo administrando la comunión a los apestados de Milán

Esta obra representa un episodio de la vida de San Carlos Borromeo (1538-1584), sobrino del papa Pío IV, cardenal arzobispo de Milán desde 1564, ducado que formaba parte del Imperio Español. Una epidemia de peste arrasó con la población de la capital lombarda. El cese de la enfermedad se atribuyó a la intervención de la Inmaculada Concepción. Este santo fue canonizado en 1610 por el papa Paulo V.


San José con el niño Jesús, de finales siglo XVIII.


Es una talla completa de madera policromada, de autor anónimo. En la mano derecha porta la vara florida de plata, como la aureola que luce en la cabeza. El Niño Jesús es una talla completa mostrando el cuerpo semidesnudo. Tuvo un cetro en la mano izquierda y un orbe en la derecha. Las potencias que tenía eran de plata, como las que luce actualmente del taller sevillano de Antonio Santos, de 2008. Esta talla del Niño Jesús es de un gran valor artístico.
Esta imagen presidía una capilla en la nave de la Epístola, al lado del Sagrario. Ahí estuvo durante todo el siglo XIX y parte del XX. Tras la reforma de 1966 fue colocada en una repisa sencilla en una de las naves laterales. Luego en una hornacina abierta en la pared lateral de la nave de la Epístola, perpendicular a la de la Virgen del Carmen, donde permanece en la actualidad. 


Actual altar del Sagrario situado al fondo de la nave de la Epístola.

Tras la reforma de 1966, el Sagrario que había estado situado en el altar mayor fue colocado en la cabecera de la nave de la Epístola, recuperando así su antigua ubicación. En esta capilla, donde estaba el altar neogótico de la Virgen del Carmen que databa de principios del siglo XX, fueron suprimidas las rejas que la cerraban.  
El frontal se cubrió de mármol rojo y el antiguo sagrario de plata se colocó en un pedestal de mármol. Se colocó también un altar marmóreo. Se conservó la imagen de la Virgen del Carmen, adquirida en 1909, colocada sobre una repisa. 


Fotografía del Archivo Quijano.

Capilla del Sagrario tras la reforma de 1966. A finales de los ochenta del siglo XX se construyó un altar de azulejos sevillanos para esta capilla, y se sustituyó el altar anterior que era una mesa sencilla (como vemos en la fotografía).


Luego fue colocada en una hornacina para albergar la imagen de la Virgen del Carmen. Dicha hornacina fue construida también a finales de los años ochenta. La imagen fue adquirida en los talleres de Olot. Es de pasta de cartón madera, policromada con óleo. Viste el hábito de la Orden del Carmen. La corona de plata es obra del orfebre Emilio Méndez y fue comprada en 2012. El niño lleva potencias de plata del taller de Antonio Santos. Fue restaurada en 2011 por Eduardo Martínez Pérez, licenciado en Bellas Artes. 


Los ángeles lampareros que vemos en los laterales son los que anteriormente flanqueaban el Presbiterio. Fueron guardados con la reforma de 1966; años después y tras su restauración fueron colocados en este lugar (1987/1989). Son de madera tallada y policromada, de autor anónimo. 


En el primer inventario que se conoce de la orfebrería de la iglesia de San Francisco, 1822, ya se menciona el sagrario y la peana de plata, además de la llave para abrirlo también de plata. La existencia del sagrario se remonta al siglo XVIII. Este sagrario fue restaurado en profundidad en el año 1988, en los talleres "Díaz Romero e Hijos", de Córdoba. Posteriormente fue ampliado con un cuerpo inferior de plata donado por una devota. 


Altar del Sagrario. Fotografía del Archivo Quijano.

Retablo neogótico de la Virgen del Carmen situado en la capilla del Sagrario en el primer cuarto del siglo XX. 
Era de madera blanca sobredorada con dos cuerpos, el primero más estrecho y rectangular, presidido por el Sagrario; el superior era más alto y cuadrangular, con un nicho central terminado en ojiva donde se colocó a la Virgen del Carmen. El retablo está rematado con tres pináculos, el del centro de mayor altura. El altar era una mesa sencilla apoyada en finas columnas salomónicas. Este retablo estuvo en el templo más de cuatro décadas. 


Nave del Evangelio. Al fondo la Capilla de la Expiración.



Cristo de Medinaceli.

Jesús Cautivo y Rescatado (Cristo de Medinaceli). Esta imagen fue donada a la iglesia en 1927 por doña María Rodríguez Guerra, viuda de D. José Lora Ristori (fallecido en 1919). Fue retirada de la iglesia tras la reforma de 1966; años después fue situada en el lugar que ocupa, sobre una sencilla repisa, en la ultima columna de la nave del Evangelio, cerca del Altar de la Caridad. 
Es una imagen completa de cartón madera, policromado al óleo, procedente de talleres de Olot (Gerona).


Dos de los confesionarios de la parroquia junto al altar de la Caridad. 


Aparición de la Virgen a San Félix de Cantalicio. 

Se trata de una copia del original de Murillo procedente de la iglesia del Convento de Capuchinos de Sevilla. Es un óleo de 125 x 94 cm. 


Altar de la Caridad.

El grupo escultórico de la Virgen de la Caridad y el Cristo muerto, es obra del escultor isleño D. Antonio Bey Olvera (1917-1975). El cristo es una talla completa de madera de pino, la Virgen, también de madera de pino, es una imagen de candelero para ser vestida. La policromía estuvo a cargo del artista pintor Manuel Hernández Homedes. Las imágenes fueron bendecidas el día 11 de abril de 1943. El autor de la obra hizo unos retoques a las mismas al año siguiente, y parece ser que volvió a retocarlas en 1960 y 1970. 
En 1992 y 1995, Alfonso Berraquero restauró la imagen de la Virgen. 
Este grupo escultórico estuvo situado en la capilla principal de la nave del Evangelio y luego pasó al lugar donde se venera actualmente. Fue colocada en una hornacina con una sencilla repisa, realizando la Hermandad un nuevo altar en 2007, obra de D. Juan Carlos García Díaz. 


Fotografía del archivo Quijano. 


Virgen de la Caridad y Santísimo Cristo de la Salvación en su Sagrada Mortaja, 1943.


Capilla de Santa Elena y del Cristo Yacente.


 Historia sobre Santa Elena y Oración.



Historia de la Santa Cruz y Oración.


Santa Elena, tallada en 2006.


Se trata de una imagen de candelero, de vestir. Es titular de la Hermandad de Santa Elena, fundada en 2006 y establecida en la Parroquia de San Francisco. Su autor es Juan Carlos García Díaz. Bendecida en octubre de 2006. Desde entonces es venerada en la que fue capilla de la Gruta de Lourdes, junto al Cristo Yacente.


Cristo Yacente, 1930.

El Cristo Yacente fue tallado por Antonio Velázquez Pedemonte, torpedista de la Armada y escultor aficionado. Fue labrada a principios de 1930; se trata de una talla de madera policromada de 180 cm. que representa al Señor muerto en posición decúbito supino. La imagen fue donada por los herederos del autor en los años 1935/36. Se construyó un sepulcro de mármol blanco en la Gruta de la Virgen de Lourdes para su veneración, siendo la imagen trasladada a su capilla en Viernes Santo de 1936, tras el Sermón de las Siete Palabras. En la actualidad sigue en su primitiva capilla, después de haber sido trasladado al baptisterio y a las dependencias parroquiales en la reforma de 1966. Ahora yace en una urna de madera de gran sencillez. 



Escudo de la Hermandad de Santa Elena.



Inmaculada Concepción "La Repatriada", entregada a la parroquia en 1899.

Esta imagen procede del arsenal naval de La Habana (Cuba). Vino a España a bordo del buque Magallanes que formaba parte de la última flotilla de la Armada Española que abandonaba Cuba tras perder la guerra contra los Estados Unidos, en 1898. El Magallanes arribó al puerto de Cádiz en abril de 1899 y la imagen fue entregada al párroco del Departamento Marítimo para ser venerada en la Parroquia de San Francisco. 
Se trata de una talla completa de madera estofada policromada, de autor anónimo, del siglo XIX. Se desconoce si fue enviada a Cuba desde España o fue tallada por un artista cubano. La imagen está de pie sobre un orbe en el que hay una cartela con la siguiente inscripción: "Del Arsenal de La Habana / Llegó a España / el 1º de abril / de / 1899".  Tras la reforma de 1966 no fue retirada del culto, pero estuvo situada en diversos puntos del templo. Hoy se encuentra en una repisa en la nave del Evangelio.
En 2008 fue limpiada en profundidad por el Manuel Jesús Trujillo. 



Luce un aro dorado con doce estrellas y las manos en actitud de oración. 


Único confesionario que se encuentra sobre el muro lateral de la nave del Evangelio, situado bajo la repisa de la imagen de la Inmaculada Concepción "La Repatriada".


Santa Teresa de Jesús.


Pintura al óleo realizada por David Pardal Lorite, que fue bendecida y colocada en el templo con motivo del V Centenario del nacimiento de la santa.


En este lugar, a la izquierda de la imagen, se encuentra Santa Bárbara, que fue colocada ahí tras su restauración en 2009. La puerta del fondo era el acceso al Salón Parroquial antes de abrirse la nueva puerta en esta misma nave. 


Santa Bárbara. 

Es una de las imágenes más antiguas de las que posee el templo y de gran valor. Fue labrada por Francesco Galleano (1713-1753) hacia 1737, escultor de origen genovés. Fue tallada por encargo de la Hermandad de Santa Bárbara, establecida en el desaparecido Convento de la Candelaria de Cádiz. Fue trasladada a la Iglesia del Carmen en 1769, ya que se habían trasladado las dependencias navales a la Real Isla de León. En la Iglesia Conventual estuvo situada la capilla en la nave de la Epístola. En el centro del altar del retablo queda su escudo. 


Escudo de la Hermandad de Santa Bárbara en el altar de su antigua capilla en la Iglesia Conventual del Carmen. Allí estuvieron desde 1769, procedentes del Convento de la Candelaria de Cádiz, donde fue fundada la Hermandad, hasta 1785. 


Fotografía del Archivo Quijano.

La imagen de Santa Bárbara fue restaurada entre 2007-2009 por Eduardo Martínez. En 1785, cuando llegó a esta parroquia, tuvo altar propio a los pies de la nave de la Epístola. Durante la reforma de 1966 fue retirada del culto y guardada en la sacristía. Tras la restauración fue colocada en una capilla en la nave del Evangelio, frente a la capilla de Santa Elena, en un antiguo acceso a los salones parroquiales. 



Virgen de la Medalla Milagrosa.


La Virgen de la Medalla Milagrosa que se encuentra en la nave del Evangelio, a la altura de la nave de transepto, fue adquirida en 1923. Se desconoce la autoría de la imagen y su procedencia, se puede decir que mantiene las características de las imágenes seriadas de los talleres de imaginería catalanes o madrileños de aquella época. En 1931 se completó con la aureola y los rayos de plata. 



San Fernando III recibiendo las llaves de la ciudad de Sevilla

Este óleo sobre de lienzo, la segunda de las obras de Mariano Salvador Maella para la Población Naval de San Carlos, está colocado a un lado de la nave del crucero, a la izquierda del altar mayor. En también de grandes dimensiones 380 x 225 cm.; representa al rey conquistador castellanoleonés, San Fernando III, recibiendo las llaves de Isbilia, de manos del gobernador y cadí Axataf, en su campamento situado en Tablada, a las afueras de la ciudad, tras su conquista en 1248.



San Francisco de Asís.


San Francisco de Asís (1181/82-1226) fue fundador de la Orden de los Frailes Menores. Fue canonizado en 1228.
La imagen que vemos en la fotografía es la tercera de las que tuvo San Francisco en esta parroquia (las otras dos se encuentran en el Museo Naval de San Fernando). 
Esta imagen tiene cabeza y manos de madera policromada, es de candelero o de vestir. Luce el hábito de la Orden con el cordón blanco nudoso en la cintura. Presenta la boca entreabierta dejando ver los dientes tallados. Porta una cruz en la mano derecha, y en la izquierda, un estandarte de plata. Su cabeza está adornada con aureola o nimbo de metal dorado.
Estuvo expuesto al culto durante el siglo XX, con capilla propia en la cabecera de la nave del Evangelio. Fue retirada del culto en 1966 y llevada con las demás al Museo Naval, hasta que en 1996 fue recuperada para la parroquia. Para ello fue restaurada por el artista local Salvador García Piñero que tuvo que hacer una nueva mano derecha. Se sustituyó el antiguo candelero y el nuevo fue costeado por la Cofradía de la Virgen de la Caridad.



Altar del Cristo de la Expiración.

El Cristo de la Expiración estuvo siempre situado en la segunda capilla de la nave de la Epístola con altar propio. Allí se veneró hasta la reforma de 1966, y este espacio quedó ocupado por el Corazón de Jesús. Entonces pasó a presidir la nueva capilla de la cabecera de la nave del Evangelio, dedicada anteriormente a San Francisco de Asís. Durante un tiempo fue trasladado a la antigua capilla de la Gruta de Lourdes para volver a ocupar de nuevo el lugar actual. Se representa la escena del Calvario con las imágenes de la Virgen Dolorosa de la Esperanza y San Juan Evangelista.


La mesa del altar presenta en el frontal dos cartelas con los escudos de los franciscanos y de la Armada Española. 



En 2011 la Hermandad de la Expiración aprobó la realización de un nuevo altar para los titulares, obra de D. Manuel Oliva León, de estilo dieciochesco con columnas rematadas y basado en los retablos del Arsenal de la Carraca. El mismo nunca se llegó a realizar.


Cristo de la Expiración. 

El Cristo de la Expiración fue tallado en 1788 por José de Cirartegui Saralegui, escultor del Arsenal de la Carraca. Es una talla de madera policromada. Fue encargada por fray Manuel Delgado, religioso franciscano del Hospicio de la Isla, y costeado por limosnas de bienhechores. Esta escultura de Cristo Crucificado es la imagen de Cristo más antigua de las que hay en la Parroquia de San Francisco.
Es un Cristo crucificado en su último suspiro. La boca abierta con dientes de marfil, la cabeza ladeada hacia la derecha, el pelo tallado y ojos de cristal. No se menciona que tuviera corona de espinas, aunque la Hermandad añade en su ajuar una corona de espinas de plata. Las potencias de plata que tiene en la actualidad fueron una donación de las hermanas Landa a mediados del siglo XIX, que eran camaristas de la Hermandad. Se aprecia el estilo genovés que habían aprendido los imagineros del Arsenal.


Fotografía del Archivo Quijano.

La imagen del Cristo de la Expiración ha sido retocada en varias ocasiones para labores de limpieza y mantenimiento. Una de las intervenciones tuvo lugar a finales de 1940. En 1980 fue restaurando por Berraquero el sudario, cuyo vuelo descendente había sido cortado en tiempos pasados para ajustarle paños de pureza, y en 1990, el mismo escultor reparó algunos arañazos sin importancia. Finalmente fue restaurada entre 2011 y 2012 por Pedro Manzano. Esta restauración supuso el hallazgo de un documento manuscrito de autoría y fecha de su tallado.


Virgen de la Esperanza, siglo XVIII.

La Virgen de la Esperanza vestida con el hábito de las Capuchinas durante el Triduo de San Francisco en el año 2017. 

La Virgen de los Dolores, desde el año 1940 María Santísima de la Esperanza, ya se veneraba en San Francisco en altar propio en 1779, incluso con enterramientos en su cripta.  La talla se atribuye a Diego Roldán (1700-1760), nieto del escultor Pedro Roldán y sobrino de Luisa Roldán, "La Roldana". La imagen fue retocada en varias ocasiones, en 1980 por Alfonso Berraquero. Había sufrido graves desperfectos durante los años que estuvo de un lado para otro, llegando a estar en casa particular. 


San Juan Evangelista.

Es obra de Juan Pérez Bey, de 1996. Solo recibe culto interno.


La sacristía se encuentra en un lateral de la nave central, pasado el Presbiterio. 


Es un espacio de planta cuadrangular que comunica con la iglesia por una puerta situada en la nave central tras terminar la escalera del púlpito. En ella se guardan los objetos litúrgicos, además de algunas imágenes y cuadros que alguna vez estuvieron en la iglesia o en otras dependencias. 





La Sagrada Familia

Situado en la Sacristía de la parroquia. Es un óleo sobre lienzo donde aparecen Jesús, María y José en una escena familiar. No hay datos sobre esta pintura. 


Inmaculada Concepción.

Óleo sobre lienzo de 161 x 102 cm. Firma ilegible en la esquina inferior derecha, se atribuye a un autor de la escuela sevillana del siglo XVII con influencias de Murillo y Zurbarán.
Se encuentra desde hace años en la sacristía.

La Parroquia de San Francisco posee más pinturas distribuidas por dependencias interiores que no hemos tenido ocasión de fotografiar. 


Santa Teresita del Niño Jesús.

La devoción por la santa carmelita descalza aumentó con la canonización a partir del segundo tercio del siglo XX. Teresa del Niño Jesús (1873-1897), declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia por Juan Pablo II.
La imagen fue adquirida, o recibida como donativo, a mediados del siglo XX. Situada en la sacristía, fue retirada durante las obras de 1966 y devuelta a su lugar original donde se encuentra actualmente.


En la sacristía encontramos otra vitrina con una mitra, en este caso mitra blanca, y un solideo pertenecientes al Arzobispo Castrense de España D. Juan del Río Martín.



Armario de madera en la sacristía para prendas litúrgicas.


Crucificado de la Sacristía.

El Cristo de la Sacristía se ha datado como del siglo XVIII, enmarcada en el estilo de la escuela gaditana genovesa. Francisco Cabrera se la atribuye a Francesco Galleano, aunque no hay documentos que lo acrediten. Es una imagen de madera tallada y policromada. Un Cristo crucificado vivo que representa alguna de las Siete Palabras en la cruz, por el rostro ladeado mirando al cielo en actitud suplicante. Está situado en un doselete de terciopelo granate con marco de madera sobredorada. Fue retocado en 2006 por Juan Pérez Bey. 


Claraboya en el centro de la estancia de la sacristía.


Copones, cálices, y otros vasos sagrados, cruces, custodias, y otros objetos litúrgicos del patrimonio de la Parroquia de San Francisco. 


Candelabros.


Incensario.

En el recorrido que hemos hecho en la Parroquia de San Francisco de Asís, en varias ocasiones hemos mencionado el Museo Naval de San Fernando. La relación entre la Parroquia Castrense y el Mueso Naval es obvia, así como con el Panteón de Marinos Ilustres de la Población Naval de San Carlos. Algunas pinturas de las que hemos comentado fueron creadas para la Iglesia del Panteón que no llegó a estar terminada en su momento. Las imágenes que fueron retiradas del culto de la Parroquia, las que corrieron mejor suerte están en el Museo; de otras no se conoce su paradero actual ni si siguen intactas. 
Terminamos este trabajo comentando las imágenes que hemos visto en el Museo Naval.


Capilla del Museo Naval de San Fernando.


Virgen del Rosario. Museo Naval de San Fernando.

Se sabe que estuvo en la Parroquia de San Francisco hasta la reforma de 1966. En el altar de San José. 
Talla de madera completa, estofada y policromada, apoyada en una peana. Mide 55 cm. Esta imagen de la Virgen del Rosario está inspirada en la patrona de Cádiz, siguiendo el esquema de la forma triangular del manto y el niño entronizado en el pecho de la Madre. En el centro de la peana hay una cartela con la una inscripción que viene a decir que esa talla es el retrato de la Virgen del Rosario, que se venera en Cádiz porque intercedió por la ciudad en el maremoto de 1755, y que el obispo Fray Tomas del Valle concedía 40 días de indulgencia a los que rezasen un Ave María ante la imagen.  


Santo Domingo de Guzmán. Museo Naval de San Fernando. 

En 1960 la imagen se veneraba en uno de los laterales del altar de San José, junto a la de San Buenaventura. Retirada del culto en la reforma de 1966. 
Es una talla completa de madera estofada y policromada de finales del siglo XVIII, de autor anónimo. Mide 130 cm.



San Francisco de Asís. Museo Naval de San Fernando. 

Es una talla completa de madera policromada, de 130 cm., de autor desconocido, de finales del siglo XVIII. Formaba parte del antiguo retablo mayor junto a Santo Domingo de Guzmán. Es una de las tres imágenes de San Francisco de Asís que hubo en la parroquia de San Francisco. Es de escaso valor artístico. 


San Francisco de Asís. Museo Naval de San Fernando.

Talla de candelero de vestir, de madera policromada, autor anónimo, de finales del siglo XVIII. Los rasgos de la cara lo asimilan a obras de los imagineros del Arsenal de la Carraca. Tiene los ojos de cristal y la boca abierta deja ver los dientes y la lengua bien tallados. Mide 140cm. 




San Antonio de Padua. Museo Naval de San Fernando.

San Antonio de Padua o de Lisboa fue retirado del culto en la reforma de 1966. 
Es una imagen de madera policromada de vestir, de autor anónimo, de finales del siglo XVIII.  La talla mide 140 cm. Según su iconografía, tendría un Niño Jesús en el perno que se observa saliendo del libro y una rama de azucenas en la otra mano. 



San Cayetano. Museo Naval de San Fernando.

Talla de madera de pino policromada de finales del siglo XVIII, de autor anónimo. Mide 115 cm. También puede representarse con el Niño Jesús en los brazos, como acunándolo (así lo podemos ver en la imagen de este santo en la Iglesia conventual del Carmen). 
En la Parroquia de San Francisco tuvo altar propio pero se desconoce la situación exacta del mismo. Fue retirado del culto en 1966. 



San Francisco de Paula. Museo Naval de San Fernando.

San Francisco de Paula en 1960 se veneraba en el altar de la Virgen de los Remedios, junto a San Cayetano y San Jerónimo. Fue retirada del culto en 1966. 
Es una talla completa de madera policromada, de autor anónimo, de finales del siglo XVIII, o principios del XIX. Es similar a las demás imágenes de santos que fueron trasladados al museo desde la parroquia, excepto la de San Jerónimo penitente que presenta otras características y mayor valor artístico. 



San Jerónimo penitente. Museo Naval de San Fernando.

San Jerónimo es una talla completa de madera policromada, de autor anónimo, de finales del siglo XVIII o principios del XIX. Mide 85 cm. Estuvo en la parroquia hasta la reforma de 1966. Representa al santo como es habitual en su iconografía. Le acompañan los libros, uno abierto, el león, la calavera, y la vestimenta de cardenal en el suelo, en la roca sobre la que se asienta la imagen. Le falta la mano izquierda donde llevaría una cruz.


San Buenaventura, imagen realizada en 1795. Museo Naval de San Fernando.

Buenaventura se trata de una talla completa de madera estofada y policromada, de finales del siglo XVIII, de autor anónimo. Mantiene las características de las tallas de los escultores del Arsenal de la Carraca. En el interior de la base tiene inscrito el año 1795.  Mide 140 cm. 
Fue retirada del culto en la parroquia en el año 1966. 


Lateral de la Parroquia y entrada a las casas parroquiales. Esta calle tuvo el nombre de San Francisco hasta que se aprobó nombrarla calle Almirante Faustino Ruiz, tras el fallecimiento del mismo.


Azulejo situado en el muro derecho de la parroquia, en la calle Almirante Faustino Ruiz. 

El azulejo se encuentra enmarcado por dos columnas adosadas y frontón en forma de arco simulando la fachada de la parroquia. El fondo es de color cárdeno como el altar donde está expuesta la imagen en su capilla dentro del templo, reproduciendo al detalle el labrado de la tela. Fue realizado con motivo del bicentenario fundacional de la Hermandad. Lo realizó D. Juan Pérez Bey en el año 1996.


Leyenda en la parte baja del conjunto.


Imagen tomada desde la puerta lateral de la parroquia, al lado de la entrada al Patio de San Francisco.


Entrada a la puerta lateral de la parroquia, por la que se accede a la parte trasera del Presbiterio. A mano derecha, queda la entrada al Patio de San Francisco. 



Entrada lateral a la parroquia. Esta puerta se abrió, como ya comentamos, en la reforma de 1966, cuando aún no estaba abierta esta calle, aunque existía ya el proyecto de la misma. 


Rótulo de azulejos en la fachada de la parroquia, a la entrada al Patio de San Francisco.


La espadaña trasera es la que pertenecía al antiguo Hospicio y residencia de los frailes. El enclave en este punto facilitaba la labor al hacer los toques y dobles preceptivos. 


La situación de esta espadaña en la parte trasera de la parroquia ha dado para muchos comentarios acerca de la entrada principal al templo. Muchos han deducido que al ser más vistosa que la que tenemos en la entrada principal pudiera deberse a que la antigua entrada a la parroquia castrense estuviera bajo la misma, aunque ningún documento lo apoya. La entrada principal siempre ha estado por la calle Real. Además no es raro en nuestra ciudad que la espadaña esté situada en la parte trasera del templo, como ejemplo tenemos la Iglesia de la Divina Pastora. 


Espadaña de la Iglesia de la Divina Pastora, situada en la cabecera de la iglesia.


La espadaña tiene dos cuerpos. El primero más ancho que el segundo que queda centrado sobre el anterior. Tiene tres vanos en el cuerpo inferior, en la actualidad cuenta con una campana en el vano del centro. Las esquinas están rematadas con un adorno piramidal. En el segundo cuerpo también posee un vano y está rematado con una cruz latina elevada sobre una base poligonal.


Para acceder al Hospicio y residencias franciscanas, una vez estuvo edificada la Parroquia de San Francisco, y sin tener que cruzar el templo por dentro, se usaba la entrada desde el patio de San Francisco, que ya a mediados del siglo XIX era patio de vecinos. 



Escalera de acceso al piso superior del patio.


Los edificios construidos en la calle Almirante Faustino Ruiz han tapado parte del lateral de la Parroquia de San Francisco. Impidiendo la vista de la nave de transepto que anteriormente era visible desde este ángulo.


Postal de la Alameda. Principio siglo XX.


Cimborrio de forma poligonal con ventanas a la cúpula del crucero. 


La cúpula tuvo que ser reparada por filtraciones en 1986. Fue terminada de restaurar en 1987, y quedó rematada con una veleta y pararrayos. 


La espadaña delantera, que es posterior en el tiempo, parece que siguió las mismas características del segundo cuerpo de la que ya existía. Vemos la semejanza en la forma curva en los laterales que bajan hasta las esquinas del cuerpo inferior y los pequeños merlones a ambos lados. Rematada por una cruz latina.


Fotografía tomada desde la Alameda Moreno de Guerra.


Postal de la Alameda. Años cuarenta, siglo XX.


Ya comentamos en el interior de la Parroquia Castrense que las naves presentan diferentes alturas y que eso se aprecia claramente en las techumbres exteriores. Vemos que la parte más alta es el cimborrio que cubre la cúpula del crucero. Es de forma poligonal y cubierto con tejas. 


Fotografía tomada desde el patio trasero del Colegio de la Compañía de María, otro de los edificios isleños que se deben a María Ana de Arteaga y su esposo Manuel de Arriaga, relacionados con las primeras letras y la educación católica.

Bibliografía:

"Vaticana, Castrense e Isleña. Historia de la Parroquia de San Francisco de Asís (1765-2015)". Tomo I - Historia, y Tomo II - Arte y Apéndices.  Fernando Mósig Pérez. Ed. Parroquia Vaticana y Castrense de San Francisco de Asís. (San Fernando, Cádiz), 2016.

San Fernando, Evocación de un siglo. Joaquín Quijano Párraga. Ed. Grupo Publicaciones del Sur Editores. San Fernando, 1998.