La calle Padilla es corta, de un sólo tramo, y estrecha, comunicando la calle Calderón de la Barca con Lepanto, a la altura del Grupo Covadonga que fue construido en 1935 como indica un azulejo situado en la fachada, a la entrada de la calle privada de las viviendas. La calle comienza en la Calderón de la Barca y finaliza en Lepanto.
A la derecha del comienzo de la calle en el año 1996 fue construida la casa que vemos en la imagen. En su fachada vemos elementos constructivos y decorativos propios de las construcciones isleñas. Cierros en la plata baja. Cornisa separando las dos plantas y bajo el pretil que está almenado. En la planta alta se han colocado balcones cerrados. A la izquierda de la fachada está situada la puerta de garaje. Las almenas son de pilar cuadrado de dos cuerpos, el segundo más estrecho que el primero sobre el que se sitúa el adorno en forma de esfera.
A la izquierda queda la fachada lateral de una vivienda que tiene su entrada por la calle Calderón de la Barca. Es una casa de 1900 con algunas reformas posteriores, como la construcción de la planta alta. Tiene el zócalo de piedra ostionera y el pretil tiene almenas decoradas con piñas cerámicas de color cobre.
Cierro de la misma vivienda en la planta baja.
Rótulo antiguo de la calle al comienzo de la misma.
La casa nº 1D es de nueva construcción. Fue edificada en 1985. La puerta de garaje que vemos en la fachada no pertenece a esta vivienda, es la entrada a los garajes del edificio construido en la calle Cecilio Pujazón esquina con Calderón de la Barca.
Junto a la casa nº 3 hay otra vivienda cuya fachada tiene solo la puerta de entrada ya que la parte delantera de la vivienda es un patio. Esta finca fue el jardín de la casa nº 3 que al pasar a los herederos fue dividida. Con posterioridad fue adquirida por el actual propietario.
La casa nº 3 es de 1800, al principio y durante muchos años fue de una sola planta y tenía un jardín a la izquierda como hemos comentado en la foto anterior. Fue reformada en 1975 que fue cuando se cubrió la fachada de la parte baja con azulejos, ya entonces estaba construida la parte de arriba.
Al final de la calle, haciendo esquina con la calle Lepanto se construyó una escuela para niños que se llamó Ntra. Sra. del Carmen. Se comenzó a construir en diciembre de 1960 y se finalizó el 16 de septiembre de 1961. El presupuesto de la obra fue de 224.521 ptas. Anteriormente en este lugar estuvo la perrera municipal y en su fachada había un grifo de los que se colocaron por toda la ciudad para proveer de agua potable al vecindario.
Fotografía del archivo Quijano. 1967.
Las almenas de este edificio son de pilar cuadrado con contrafuertes. Tiene una moldura bajo la base y adorno de figura ovalada terminada con un pináculo.
Fachada lateral del edificio donde estuvo la escuela para niños, Ntra. Sra. del Carmen que tenía un aula grande en la planta baja y un despacho.
En la esquina con la calle Lepanto hay un edificio que fue un colegio para niños, en el mismo lugar donde estuvo anteriormente la perrera municipal, y que ahora utiliza la Coral de San Fernando. En la parte baja hay un almacén del Ayuntamiento.
Fotografía del archivo Quijano. Perrera Municipal. Mediados siglo XX.
Otra imagen de la almena en la que se observa el contrafuerte.
La casa número 4 es de dos viviendas, su fachada es simétrica contando cada una de las viviendas con un cierro y una ventana a la calle. El año de su construcción original es 1880.
Cierro de la casa nº 4.
Puerta antigua de madera pintada de marrón de la casa nº 4.
Casapuerta de la vivienda nº 4. Vemos que se conservan los techos de vigas. Es muy original el arco que divide la casapuerta antes de los portones de las dos viviendas. Este detalle lo hemos visto en otras casapuertas isleñas pero no es muy habitual.
Patio de la casa nº 4 dcha.
Parra de hierro bajo la montera que da luz al patio.
Como en la casapuerta, se mantienen los techos de vigas alrededor de la montera y en la mayor parte de las habitaciones.
Escalera original de la casa que comunica el patinillo interior con la azotea. El patinillo se ha habilitado como cuarto de baño.
Fotografía antigua de Don Francisco Galea Jiménez y su esposa Doña Carmen Virués Ariza. Abuelos de la actual propietaria de la casa.
Portón desde el interior de la vivienda.
Mirilla de metal.
El portón está rematado por un arco de medio punto decorado con un herraje en forma de pétalos.
Imagen publicada en el libro "Calles de la Isla", de José Carlos Fernández. Finales de la década de los ochenta del siglo pasado. Ya en esta época no funcionaba como escuela y se había instalado la Coral de San Fernando como vemos en un rótulo sobre la puerta.
Imagen tomada en el año 2012.
Imagen actual. Año 2016.
Imagen de google maps.
La calle Padilla tuvo el nombre popular de San Miguel. Aparece citada en el padrón de fincas isleñas entre los años 1768/1801 como San Patricio, patrón de Irlanda; dicha denominación podría deberse a los residentes de este vial en sus orígenes, naturales de Irlanda. En el padrón de fincas de 1797, entre otros propietarios de sus diferentes fincas, aparece el nombre de Doña Cayetana Fitzgerald.
El nombre actual fue aprobado oficialmente el día 25 de abril de 1874. No se debió poner su nombre popular por existir otra calle con el nombre de San Miguel. Precisamente en esta revisión de las nomenclaturas se corrigieron muchas duplicidades.
El nombre de la calle hace alusión a don Juan de Padilla que encabezó el movimiento de los Comuneros de 1520, que fueron vencidos en la batalla de Villalar, en 1521, siendo ejecutado junto a Maldonado y Bravo, jefes igualmente de la sublevación.
Juan de Padilla nació en el seno de una familia hidalga toledana el 10 de noviembre de 1490. Acuerdan su matrimonio con María Pacheco, de la noble familia de los Mendoza (de rango superior al suyo, más tarde fueron nombrados grandes de España). Contrajeron matrimonio en Granada el 18 de agosto de 1511, cuando él tenía veinte años y María quince. Probablemente enojado porque el rey Carlos I no le concedió un cargo al que creía tener derecho hereditario, y tal vez instigado por su mujer, se unió a los descontentos con el monarca en 1520 y se opuso a la concesión del servicio que el rey pedía a las Cortes de Castilla para financiar sus campañas en Europa.
En junio de 1520, el levantamiento de la ciudadanía de Segovia es seguido por revueltas en Toledo, Salamanca, León, Palencia, Burgos, Cuenca,Guadalajara y Zamora. La violencia de los ciudadanos es dirigida contra los recaudadores de impuestos, contra las autoridades locales y el poder real.
Desde abril de 1520, Padilla formaba parte activa en el levantamiento de las Comunidades en Toledo. A continuación, acude con las milicias toledanas en auxilio de Segovia para, junto a las milicias mandadas por Juan Bravo, regidor de Segovia, los hermanos Maldonado de Salamanca, los Guzmán de León y el obispo Antonio de Acuña de Zamora, combatir las fuerzas realistas al mando de Rodrigo Ronquillo. El 29 de julio de 1520 se constituye en Ávila la Junta de Comuneros, siendo nombrado capitán general de las tropas comuneras. Como tal, participó en las entrevistas con la reina Juana, recluida en Tordesillas, de la que no se consiguió un apoyo explícito a su causa.
Las rivalidades entre los comuneros provocaron la sustitución de Padilla por Pedro de Girón, ante lo cual aquél regresa a Toledo. Cuando Girón deserta en diciembre al bando realista, Padilla vuelve a Valladolid con un nuevo ejército toledano (31 de diciembre de 1520). Sus tropas toman Ampudia y Torrelobatón.
Los realistas reunieron dos ejércitos, el de Burgos y el de Tordesillas, y se lanzaron contra Torrelobatón. Padilla abandonó el castillo para refugiarse en Toro, pero no le dio tiempo a llegar: el 23 de abril el ejército real le alcanzó junto a Villalar. Fue una derrota sin contemplaciones, pues no dio tiempo a que el ejército comunero se organizara, siendo arrasado por la caballería realista. A las pocas horas, bajo una inclemente lluvia, el conde de Haro proclamaba la victoria sobre un campo sembrado de miles de cadáveres.
Juan de Padilla fue hecho prisionero y conducido a Villalar, donde fue decapitado al día siguiente (24 de abril de 1521). Con él fueron ajusticiados Juan Bravo y Francisco Maldonado, los tres líderes que se habían entrevistado con la reina y conseguido su apoyo.
Monumento a Alonso de Arreo en la Plaza dedicada al regidor y procurador de Navalcarnero, quien en 1520 acude con veinte hombres armados a la llamada de Segovia para unirse al ejército comunero encabezado por Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Fue hecho prisionero en la batalla de Villalar y huye a Portugal donde se pierde su rastro.
Arriba del monumento hay una pintura mural que representa la Batalla de Villalar.
Genial, tu articulo. Enhorabuena!
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