La calle Francisco Javier Uriarte "y Borja" comienza en la Avenida de la Libertad y termina en la de Ingeniero Vargas Machuca.
Fotografía de parte de esta calle que tiene un recorrido perpendicular a ella misma ya que las viviendas que se encuentran en la zona peatonal que vemos en la imagen pertenecen a esta calle.
La denominación de esta calle fue aprobada el día 30 de marzo de 2006.
Francisco Javier de Uriarte y Borja (Puerto de Santa María, 5 de octubre de 1753- ibidem, 29 de noviembre de 1842) fue un marino y militar español, 18.° capitán general de la Real Armada Española.
El 31 de mayo de 1774 sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz, a los 21 años de edad. Por su aplicación y el llevar ya una educación sobresaliente, sólo un año más tarde se le ascendía al grado de alférez de fragata. Participó con este grado en la campaña de Argel de 1775 y en la expedición a la isla Santa Catarina entre 1776 y 1777.
En 1809 se le nombró gobernador militar de la isla de León, y ocupando este cargo ordenó y dirigió el corte del famoso Puente Zuazo. Ordenó que, al ser desmontados los sillares, fueran numerados de tal forma que resultase más fácil su reconstrucción posterior.
Francisco Javier de Uriarte y Borja, por Ramón de Salvatierra y Molero (Museo Naval de Madrid)
El 31 de mayo de 1774 sentó plaza de guardiamarina en la Compañía del Departamento de Cádiz, a los 21 años de edad. Por su aplicación y el llevar ya una educación sobresaliente, sólo un año más tarde se le ascendía al grado de alférez de fragata. Participó con este grado en la campaña de Argel de 1775 y en la expedición a la isla Santa Catarina entre 1776 y 1777.
Participó en la expedición científica al estrecho de Magallanes, estando a las órdenes de Antonio de Córdova.
En la desafortunada batalla de Trafalgar ostentaba el mando del coloso de los mares, el navío Santísima Trinidad, el único de cuatro baterías que ha existido y con 140 bocas de fuego.
En el parte rendido por Uriarte, dice:
El Trinidad se mantuvo en defensa desesperada, hasta quedar arrasado de todos sus palos, cubierto de destrozos de ellos y de los de las vergas, masteleros, jarcia y velas, a más de haberse agotado la munición y muerta o herida más de la mitad de la tripulación.
En 1809 se le nombró gobernador militar de la isla de León, y ocupando este cargo ordenó y dirigió el corte del famoso Puente Zuazo. Ordenó que, al ser desmontados los sillares, fueran numerados de tal forma que resultase más fácil su reconstrucción posterior.
Dirigió muchos otros trabajos de fortificación, dejando muy adelantados los de Gallineras y Sancti Petri, pero tuvo que dejarlo así porque el deber le obligaba a prestar otros servicios. Realizó la entrega de la plata que había podido conservar, aunque la Junta sólo pedía entregar la tercera parte de lo que buenamente se poseyera, para ayuda de los gastos de la guerra.
Las Cortes le dieron oficialmente las gracias, pero éstas le entregaron el mando del Arsenal de La Carraca, baluarte que en aquellos momentos era la primera línea de fuego. Posteriormente pasó destinado como gobernador político y militar de la plaza de Cartagena, así como su capitán general. Otra prueba de su altruismo la dio en la primera ocasión en que llegaron fondos para el pago de salarios y atrasos: Uriarte renunció a la parte que le correspondía, que tenía un montante de unos treinta mil reales, a favor de los más necesitados.
Fue ascendido a teniente general el 14 de octubre de 1814. En este mismo año renunció a la plaza de consejero de la Guerra y se retiró con la pertinente licencia al Puerto de Santa María, fatigado por los sufrimientos físicos y morales sufridos durante la guerra de la Independencia, para intentar reponerse de su maltrecha salud.
Falleció en su ciudad natal y en la propia casa que en 1753 le había visto nacer.
Sus restos debieron reposar en el Panteón de Marinos Ilustres, mucho tiempo antes, pero la emotiva actitud de su viuda, que quería ser enterrada junto a él, dejó en suspenso el traslado, hasta que por iniciativa de S. M. don Juan Carlos I dispuso por Real Decreto de 28 de julio de 1983 el traslado de los restos del capitán general de la Armada don Francisco Javier de Uriarte y Borja, desde el cementerio de El Puerto de Santa María al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando.
Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, Cádiz
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