Entrada a la calle Mariana de Arteaga desde la calle Real, cuando aún estaban las columnas que posiblemente dieron el nombre vulgar a la calle.
Vista de la entrada del Callejón de los Palos desde dentro de la calle.
La calle Mariana de Arteaga, conocida como Callejón de los Palos, comienza en la calle Real y termina en el punto en que confluyen San Marcos y San Onofre.
Imagen actual de la entrada a la calle Mariana de Arteaga desde la calle Real.
En su primer tramo sigue siendo un estrecho callejón pero ha perdido el encanto que le proporcionaban los arcos de la antigua entrada.
Hoy día casi todas las edificaciones de esta calle son nuevas, apenas quedan un par de casas antiguas que con el tiempo también desaparecerán.
Fotografía publicada en el libro "Calles de la Isla" de José Carlos Fernández. Finales de la década de los ochenta del pasado siglo XX.
La misma imagen de la foto anterior unos años después, antes de que comenzaran las obras que han quitado el aspecto primitivo al callejón.
En esta foto podemos observar que se han perdido los arcos que daban entrada a la calle así como el edificio que había a mano derecha. Al fondo el Colegio de la Compañía de María.
Aljibes aparecidas en el subsuelo del edificio demolido.
Detalle de uno de los depósitos de almacenamiento de agua.
Este primer tramo de la calle que está excluido del tráfico presenta la calzada enlosada ya que se trata de un paso solamente peatonal.A partir este tramo, tras haber cruzado la calle San Bruno, la calle presenta aceras y calzada adoquinada para el tráfico rodado.
Vista de todo el recorrido del primer tramo de esta calle, lo que corresponde al antiguo Callejón de los Palos.
Rótulo situado al final de este tramo.
A la izquierda de esta imagen podemos ver los bloques de los Mil Colores.
Al fondo de la foto podemos ver la calle San Marcos en su comienzo, justo donde termina la calle San Onofre.
Vista de la calle desde la calle San Marcos.
En esta fotografía de 1965 vemos la barriada de los Mil Colores recién terminada y las casas bajas que corresponden a la acera derecha de la calle Mariana de Arteaga, detrás todo eran huertas que se fueron urbanizando y donde hoy día tenemos la Avenida Manuel de Falla.
La calle Mariana de Arteaga tuvo la denominación de Callejón de San Cayetano y era conocida por el vulgo como Callejón de los Palos.Hasta hace pocos años hemos podido ver dos grandes columnas que situadas a la entrada del mismo impedían el paso de toda clase de vehículos y se sabe que incluso hubo unas rejas que de noche eran cerradas para seguridad de los vecinos del lugar.
"Cuentan que antaño incluso poseía unas rejas que se cerraban al anochecer.
Sobre este particular en sesión de cabildo de fecha 16.11.1830, se vió el
expueso del Sr. D. José Chjeriguini como Comisario del 4 Cuartel o Barrio de
nuestra Ciudad, y en demanda de los vecinos honrrados del lugar del llamado
callejón de San Cayetano que transitan de noche por el mismo, lugar donde
abundan los mal intencionados y rateros, y que para evitar todo compromiso y
daño de maldad en aquel paraje, se intime al Sr. D. Bernabé Modesto Viaña, como
Administrador del citado callejón, para que ponga la puerta que antes existió
en su confluencia con la calle Real; con la obligación de que esta sea cerrada
al anochecer como antaño se hacia. Y así se acordó".(Notas de archivo de Juan José Maruri Niño)
La actual denominación fue aprobada oficialmente el día 25 de abril de 1874.
Portada del libro de la Biografía de Doña María Ana de Arteaga y Berovia
María Ana de Arteaga. Fotografía publicada en el libro Historia de la Parroquia de San Francisco de Asís. Fernando Mósig Pérez.
María Ana de Arteaga. Fotografía publicada en el libro Historia de la Parroquia de San Francisco de Asís. Fernando Mósig Pérez.
La calle está dedicada a doña María Ana de Arteaga y Berovia, esposa de don Manuel de Arriaga Beitia, vizcaíno establecido en Cádiz, comerciante nacido en la ciudad de Lekeitio. En 1732 se establece en Cádiz. Fue especial bienhechor y autor, junto a su esposa, de numerosas fundaciones en esta ciudad, como la casa de la Diputación de Cádiz.
El 30 de diciembre otorgó en Cádiz su testamento encargando a su esposa llevar a cabo los proyectos pendientes. Murió el 2 de enero de 1757, a los 70 años de edad. Siendo sepultado en bóveda propia en la iglesia del convento de Capuchinos, ya desaparecido.
Había casado con María Ana de Arteaga el día 22 de mayo de 1729, en el oratorio y casa que ella poseía en San Fernando.
San Fernando ha dedicado dos calles a la memoria de Arriaga y Arteaga. Con motivo del bicentenario de la fundación del Colegio de la Compañía de María, que se debe a esta señora, en 1960, se colocó la placa de mármol que vemos en la siguiente imagen.
La Historia de la Isla en sus Placas. Blog de Carlos Facio
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