CALLE SAN MIGUEL

Fotografía de la calle San Miguel publicada en el libro Calles de la Isla, de José Carlos Fernández.

Esta calle comienza a la derecha de San Rafael y termina formando un ángulo recto que desemboca en Santa Teresa de Jesús.

Es una calle tranquila de poca circulación ya que comienza en una calle peatonal y su primer tramo, hasta la esquina de Dr. Francisco Cobos, también es peatonal.

En el tramo más cercano a San Rafael tuvo su casa la conocida matrona Doña Magdalena Mariscal, y posteriormente su hija Ana Mariscal que atendieron los partos de miles de isleñas, cuando los hijos venían al mundo en casa. Las dos tienen dedicadas sendas calles en nuestro callejero.

En la fachada de la casa número 15 hemos encontrado dos mosaicos dedicados a la Virgen del Carmen y a la Virgen de las Lágrimas, este último es obra de don Alfonso Berraquero, escultor isleño al que hace poco tiempo, tras su muerte,  se ha dedicado una calle en nuestro callejero. 

Fotografía de la parte baja de la calle, formando ángulo para acabar en Santa Teresa de Jesús, como ya dijimos anteriormente.

Bajo el rótulo de la calle, en la fachada de la casa nº 30, figura un azulejo dedicado a la Pastora, obra de Antonio Luque de 1995. A la izquierda de la imagen nos adentramos ya en la calle Santa Teresa de Jesús.

Imagen de San Miguel en uno de los altares de la nave del evangelio de la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo y de los Desagravios.

El nombre primitivo fue Callejón de San Miguel. El 19 de abril de 1922 se propone el nombre de Teniente Varela, y volvió a proponerse el 15 de junio de 1923, siendo entonces Capitán D. José Enrique Varela. 

Por existir dos viales dedicados al mismo personaje -la calle Teniente Varela y la Avenida del General Varela- se acordó anular el nombre de la calle y volver a su denominación popular de San Miguel. Fue el 19 de agosto de 1956. 

En otra de las fuentes consultadas, el libro Calles de la Isla, se dice que el nombre de la calle dedicada al Teniente Varela, no hace referencia al mismo personaje, es decir, que no fue nombrada por D. José Enrique Varela, sino que se homenajeaba a otro Teniente Varela que murió en un tiroteo durante los primeros días de la Guerra Civil en la calle Méndez Nuñez. Si fuera así no habría sido necesario cambiar el nombre por duplicidad, a no ser que no se hubiera estudiado a fondo la nomenclatura y hubiera errores como hay en la denominación de otras calles.