domingo, 28 de septiembre de 2014

ROTONDA DE LA TONÁ



La Rotonda de la Toná se encuentra a las puertas de la Urbanización Palos del Flamenco. A ella se accede desde las calles Escritor Luis Berenguer, Cartageneras, Mineras y Artesano José María Silva.


Es una rotonda de pequeñas dimensiones decorada con palmeras y setos sobre un suelo de césped. 




Esta rotonda fue denominada oficialmente el día 28 de mayo de 1998. 

La toná es uno de los palos matrices del flamenco.
Su origen se sitúa en los romances castellanos, adaptados por los gitanos bajo-andaluces como propios y denominados corríos. Etimológicamente, «toná» deriva de «tonada», en el sentido de «acento musical». Su desarrollo hasta convertirse en un cante gitano tiene lugar durante el siglo XVIII; algunos autores cuentan que, hacia comienzos del XIX, existían unas 33 clases diferentes de toná, atribuidas a gitanos de Jerez o de Sevilla, aunque muchas de ellas no han llegado hasta nosotros ni han podido ser identificadas.
Todas las tonás que se conocen hoy en día responden a una misma línea melódica, diferenciándose exclusivamente por las letras. Los textos históricos recogen varios tipos de tonás personales: las del Tío Luis el de la Juliana (llamadas livianagrandedel Cristo y de los pajaritos), las de Blas Barea, Alonso Pantoja y hasta doce cantaores más. Sin embargo, hoy en día solamente se utilizan la toná grande, la toná chica y la del Cristo, que ha sobrevivido gracias a que Antonio Chacón la aglutinó en un tercio de su saeta y fue recuperada por Perico el del Lunar.
En todo caso, se trata de un palo poco cultivado por los cantaores modernos.
De la toná provienen, directamente, la saeta y palos como el martinete, la debla y, en general, los cantes sin acompañamiento (a palo seco), puede que también las primeras seguiriyas y tal vez las livianas, puesto que existió una toná-liviana con hasta cuatro variantes. (Wikipedia)


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