domingo, 30 de agosto de 2015

CALLE LA GRANJA



La calle La Granja comienza en la Avenida Carlos III y finaliza en la calle El Escorial. Es otro de los viales que quedan dentro de la Barriada de Carlos III, barriada cuya denominación fue aprobada en C.M.P. del día 7 de noviembre de 1956.


Rótulo de la calle.


En esta calle se mantienen los dos rótulos, al comienzo y al final, que se colocaron de cerámica.


Vista de el recorrido completo de la calle. Fotografía tomada desde la calle El Escorial. Al fondo vemos la Avenida Carlos III, parapetada por las placas acústicas.


Imagen de Google maps.

La calle La Granja fue denominada oficialmente en C.M.P. del día 12 de julio de 1961.




Imágenes de internet


El nombre de la calle de La Granja hace referencia al Palacio Real de la Granja de San Ildefonso,  una de las residencias de la familia Real Española que se halla situado en la localidad segoviana de Real Sitio de San Ildefonso. Está gestionado por Patrimonio Nacional y se encuentra abierto al público.
El Real Sitio de La Granja está situado en la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama, a 13 kilómetros de Segovia, y a unos 80 kilómetros de Madrid. Su nombre proviene de una antigua granja que los monjes jerónimos del monasterio de El Parral tenían en las inmediaciones.
Don Teodoro Ardemans, maestro mayor del Real Palacio y de la Villa de Madrid, fue el encargado de realizar los planos y el proyecto del nuevo palacio. La fecha de iniciación de las obras es 1721, por encargo del monarca Felipe V , educado en la Corte de Luis XIV que acabó haciendo un Palacio a imitación del de Versalles.
Durante el reinado de Carlos III el Real Sitio adquirió su ordenación definitiva. Durante los siglos XVIII y XIX, el Palacio de San Ildefonso fue la residencia de verano de los Borbones y en él se celebraron hechos relevantes de la historia de España: la boda de Carlos IV con Mª Luisa de Parma; la firma del Tratado de San Ildefonso entre España y Francia, el ministro Calomarde consigue durante la agonía de Fernando VII que se derogue la pragmática sanción decretada por Carlos IV a petición de las Cortes de 1789; los sargentos sublevados de la guarnición, obligan a Dña. María Cristina de Nápoles a proclamar la Constitución de 1812. Fue asimismo lugar de recepción de embajadas, nacimiento y bautizo de infantes, entre ellos el de la infanta Isabel (La Chata) y el de D. Juan, padre de D. Juan Carlos I.
Sufrió un devastador incendio el 2 de enero de 1918 que afectó a la techumbre de todo el palacio y a la Casa de Canónigos, quedando destruidos los frescos que decoraban los techos de la planta alta, algunas lámparas de cristal y bronce, muebles y las riquísimas telas que adornaban las paredes de los salones de esta planta.



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