PATIO OLEA

Fotografía del Patio Olea cuando aún se encontraba habitado. Imagen publicada en la Página Web Oficial de la Divina Pastora de la Almas Coronada.

Imagen actual.

Cuando publicamos la entrada de la calle Hernán Cortés comentamos que al comienzo de la misma se encontraba el ruinoso Patio Olea, hoy día abandonado en espera de una restauración que no llega. Fue uno de los patios de vecinos más famoso. En él llegaron a convivir hasta quince familias.

En la actualidad el lugar está invadido por la vegetación, sus dependencias se derrumban y lo que antes era un hermoso lugar lleno de vida, se va deteriorando sin que el gobierno de esta ciudad se apiade de su destino, como ha ocurrido con tantos otros lugares que ya solo forman parte de nuestra memoria.

La vida en este patio de desarrollaba bajo tres gigantescas palmeras que están muriendo a causa del "escarabajo picudo" que ha invadido casi todas las palmeras de la zona.

Hasta los techos de las antiguas viviendas están cubiertos de hierba que ha encontrado en ellos un buen lugar para desarrollarse por la falta de paso y a causa de la humedad.

En esta foto se ve claramente el aspecto de las tres palmeras, dos de ellas ya han perdido todas las hojas y se ve el deterioro de tercera, cuyas hojas ya aparecen de color marrón, símbolo de su falta de vida.

Toda la zona central, lo que antes eran los lugares comunes de las familias, allí donde pasaban las tardes de invierno al sol y las noches de verano al fresco, hoy solo habitan matojos, rastrojos, hierbas y ratones, amén de la cantidad de gatos que proliferan atraídos por la caza fácil.

Son muchos los isleños que han tenido algún familiar o algún conocido viviendo en este patio, sus recuerdos serán lo único que quede de él una vez que haya desaparecido.

Las paredes han perdido la protección de la cal y sus piedras se caen a pedazos. Los vientos y las lluvias van demoliendo poco a poco un edificio que espera ser nuevamente un lugar lleno de gentes.

Tras el tronco que queda de la palmera de la derecha se ve una construcción que lleva años en el mismo estado, sin que se haya terminado y según noticias no oficiales, es porque por el lugar que ocupa dicha obra se quiere abrir una calle para unir Hernán Cortés con Bonifaz, una nueva calle prolongación de Santo Domingo.

(Imagen de Google maps, febrero 2009)

Imagen de la obra antes mencionada, a día de hoy continúa en las mismas condiciones.

(Imagen de Google maps, febrero 2009)

Vista aérea del Patio Olea en la fecha indicada, cuando las tres palmeras aún estaban sanas y los suelos de las azoteas no se veían invadidos por la maleza y el verdín.

Foto publicada en Fotos de la Real Villa de la Isla de León.

Fotografía de Rafael Luis Borreiros Cabrera.

Vista aérea del estado actual del Patio Olea (2014)

En el libro "Calles de la Isla", cuenta su autor que el vecino más antiguo del patio, en aquella fecha de finales de la década de los ochenta, era Antonio Oliva Devesa, que allí había nacido tanto él como sus hijos. Cuenta que en el centro del patio se organizaban las Cruces de Mayo y las Fiestas de Primavera a las que asistía un músico llamado Joaquín Luque que tocaba el acordeón para que las parejas bailaran, no solo los vecinos de este patio celebraban los festejos sino que acudían otros de todo el barrio. Por aquella época, me refiero a la que habla el libro, los vecinos de este lugar decían que no cambiarían su entrañable vivienda por un piso, "ni aunque éste fuera regalado". Parece que tuvieron que abandonarlo.

Se cuenta también que en una dependencia de este patio, que era propiedad de don Domingo de Olea, recibió culto la Virgen de la Pastora, antes de ser construida su iglesia.

Historia de la Divina Pastora

Tengo que dar las gracias al matrimonio que vive en la casa colindante con el patio por permitirme entrar en su vivienda y subir a su azotea para tomar las imágenes del interior del patio o lo poco que de él se puede ver, don Octavio Cáceres y su mujer doña Ana Moreno que  no dudaron en sentarme en su salón y contarme muchos de sus recuerdos.  Ellos me han dicho que el dueño de los Ultramarinos, "El gallego" fue propietario de este patio y que éste se lo vendió a los hermanos García, conocidos comerciantes de la Isla, que lo adquirieron con el pensamiento de derribarlo y hacer viviendas, pero que por tratarse de un lugar de interés no pudieron hacer las obras. Dicen que ahora andan en negociaciones para restaurarlo.

Ya veremos si no acaba formando parte de la larga lista de edificios perdidos por la deficiente gestión municipal y en su lugar nos encontramos con un bloque de viviendas que atenta contra la fisonomía del entorno, por poner un ejemplo recordemos la hermosa Casa de Zimbrelo, frente a la Plaza del Rey.