La calle General Florencio Montojo comienza en Ruiz Marcet y termina en Albina del Puente.
Es paralela a la calle Bonifaz aunque tiene un tramo más que ésta.
Uno de los pocos rótulos con este tipo de letras que van quedando, como ya hemos podido comprobar se han ido sustituyendo por otros de mayor o menor atractivo, algunos realmente lamentables, de mala calidad, mal colocados y muchas veces pintados a la vez de la fachada en la que están colocados, quedando prácticamente invisibles.
En nuestro paseo por esta calle hemos comprobado el poco criterio que han tenido en el ayuntamiento al conceder las licencias para construir bloques de varias plantas en calles tan estrechas, y en contra de la arquitectura típica de las casas que en ellas existían. Esperamos que con las nuevas normas y clasificaciones se luche por respetar la armonía.
A la altura de los números 55 al 63 se encuentra la Plaza del Merendero, antigua huerta de Zuazo, que como ya se adelantaba en el libro "Calles de la Isla", en el año 1989 era "un solar, resto de la antigua huerta de Zuazo,..; el último proyecto municipal sobre el citado solar apunta la posibilidad de convertirlo en zona verde y de recreo".
En esta fotografía vemos el lateral de un edificio que tiene la entrada por esta calle y que se encuentra haciendo esquina con la mencionada plaza. Como vemos el muro ha sido decorado con la técnica del trampantojo.
Ha habido una época en que se han hecho verdaderos atentados contra la estética, como el permitir alicatar las fachadas de esta forma. Al lado otro bloque que rompe la línea de lo que eran las casas de este barrio. Una criticable actuación urbanística.
Apenas quedan patios de vecinos de los de toda la vida de la Isla, hemos encontrado éste de fachada sencilla y en el que nos han dejado entrar para mostrar parte del interior.
El interior se haya bien cuidado y dividido en varias zonas que pertenecen a las distintas familias que lo habitan.
En el arco de hierro que decora la puerta de entrada al patio data del año 1903.
Haciendo esquina con la calle Doctor Francisco Cobos, hemos parado ante esta gran casa cuyos cierros son de forma semicircular, modalidad que vemos pocas veces. También nos ha llamado la atención que carece de almenas sobre el pretil de la azotea.
Sobre la cornisa aún quedan algunos aisladores de cristal del antiguo tendido eléctrico.
Siguiendo con este recorrido, en la esquina con la calle Churruca existe esta magnífica casa de dos plantas que conserva las características de nuestras casas.
En esta fotografía vemos la fachada de la misma construcción, que corresponde a la calle Churruca, por donde tiene otra entrada.
Fachada de la casa número 3, típica arquitectura isleña. Observar la chambrana y el arco que forma la cornisa sobre ella.
La calle que nos ocupa tuvo el nombre de Misericordia, nombre que tenía la gran plaza en donde comenzaba. Dicha plaza no existe hoy día, en su lugar encontramos en colegio de Quintanilla.
En aquella plaza desembocaban varias calles Ruiz Marcet, Calatrava, Bonifaz, Trafalgar, Santa María y ésta que estamos comentando.
A la altura del número 24, mencionan y ubican en el año 1864, el entonces popularmente conocido Callejón de la Curtiduría, hoy calle Gutierrez Agabo.
Fue en el año 1895 cuando se denominó con el nombre de este personaje.
El General Florencio Montojo Trillo nació en el Ferrol, La Coruña, en 1825, y murió en Madrid en 1896. Fue militar y político, defensor del Arsenal y del Departamento Militar de Cádiz.
En 1886 se le nombró Capitán General del Departamento de Cádiz y en 1891 participó en la evaluación del Submarino Peral.
Fue senador por la provincia de Cáceres y Ministro de Marina, cargo que dejó en 1892 y se le destinó a la Capitanía General del Departamento de Cádiz.
Sus restos reposan en el Panteón de Marinos Ilustres.
Como muy bien señalas, Leonor, en esta calle tenemos la prueba palpable del desaguisado urbanístico en el que se ha convertido nuestra Isla de unas décadas para acá: tirar casas abajo para construir un bloque de edificios sin ton ni son, olvidando la arquitectura típica isleña, afeando la ciudad, y cometiendo lo que no dejan de ser verdaderos atentados al patrimonio
ResponderEliminarcañailla. Y aquí, como siempre, no pasa nada, nunca pasa nada... mientras San Fernando se convierte en un desastre urbanístico, con construcciones al tún-tún, con un crecimiento desastroso hecho sin la más mínima planificación, afeando a marchas forzadas lo que era una ciudad bonita para pasear y disfrutar.
Enhorabuena por la entrada, a ver si llega a a quienes debería de llegar y se les cae la cara de vergüenza (que no tienen, claro...)
Gracias.
El mayor error cometido en dicha calle ha sido el haber anulado el bordillo de la
ResponderEliminaracera, los coches pasan circulando ( a veces a gran velocidad) por encima de la misma, con el peligro de atropellar a cualquiera de los vecinos que salen de sus casas. Esa circulación por la acera ha hecho que se rompan muchas de las lozas y adoquines que al pasar de los coches hagan un ruido espantoso e impidan el descanso de dichos vecinos, pero lo dicho, aquí nunca pasa nada, como dice el comentario anterior. Y Dios lo quiera.