La construcción del Puente Zuazo se atribuye a Lucio Cornelio Balbo, el menor, 14 años antes de J.C., "para que diese lugar a transitar al continente por firme, y para que sirviese de continuación al acueducto". Tenía el puente dos finalidades fundamentales: la persistencia más lograda de toda clase de tráfico, y el tendido de la conducción del agua traída del Tempul.
Se conocen algunas descripciones del famoso puente romano, que aunque pertenecen a siglos posteriores (XVI y XVII) merecen no desligarse de la época romana de su construcción, pues ésta a través de las reformas sufridas, no le ha suprimido su empaque de origen.
Dice Horozco que se trata de una magnífica obra, el puente más famoso y único en el mundo, fabricado solamente de grandísimas losas trabadas unas con otras, sin ninguna mezcla o material. De trescientas varas y ancho de diez. Corre el agua por tres ojos que tiene y dos tan anchos que pueden pasar barcos por ellos, quitando los mástiles en aquellas embarcaciones más grandes.
Otra descripción nos la ofrece Suárez de Salazar a principios del siglo XVII (1610): El puente que llamamos de Suazo, nombre que le dio cierto caballero de ese apellido (Doctor Juan Sánchez de Suazo), a quien en tiempos pasados dieron los Reyes de Castilla la Isla que hoy llamamos de León, donde está esta puente, por la cual, se da paso a esta Isla desde el continente de España. Fabricado en grandes sillares de piedra delgada traída de la Isla de Sancti Petri, que toda ella no es sino un solo peñasco en medio del océano. De esta piedra se labró toda la puente y con tanto primor y arte, que no hay en toda la obra un puño de cal, ni otra mezcla.
Con palabras parecidas nos la traduce Fray Jerónimo de la Concepción, destacando la excelencia de la obra. Este autor dice que su largura es de 380 varas y su anchura de 10. Con cinco ojos de arcos bien trabados por donde corren aguas caudalosas, siendo el central tan grande que pasan barcos de todo género, quitándoles los árboles. Su material son losas o piedras cortadas en el mismo sitio y de un maravillo artificio.
Se conocen algunas descripciones del famoso puente romano, que aunque pertenecen a siglos posteriores (XVI y XVII) merecen no desligarse de la época romana de su construcción, pues ésta a través de las reformas sufridas, no le ha suprimido su empaque de origen.
Dice Horozco que se trata de una magnífica obra, el puente más famoso y único en el mundo, fabricado solamente de grandísimas losas trabadas unas con otras, sin ninguna mezcla o material. De trescientas varas y ancho de diez. Corre el agua por tres ojos que tiene y dos tan anchos que pueden pasar barcos por ellos, quitando los mástiles en aquellas embarcaciones más grandes.
Otra descripción nos la ofrece Suárez de Salazar a principios del siglo XVII (1610): El puente que llamamos de Suazo, nombre que le dio cierto caballero de ese apellido (Doctor Juan Sánchez de Suazo), a quien en tiempos pasados dieron los Reyes de Castilla la Isla que hoy llamamos de León, donde está esta puente, por la cual, se da paso a esta Isla desde el continente de España. Fabricado en grandes sillares de piedra delgada traída de la Isla de Sancti Petri, que toda ella no es sino un solo peñasco en medio del océano. De esta piedra se labró toda la puente y con tanto primor y arte, que no hay en toda la obra un puño de cal, ni otra mezcla.
Con palabras parecidas nos la traduce Fray Jerónimo de la Concepción, destacando la excelencia de la obra. Este autor dice que su largura es de 380 varas y su anchura de 10. Con cinco ojos de arcos bien trabados por donde corren aguas caudalosas, siendo el central tan grande que pasan barcos de todo género, quitándoles los árboles. Su material son losas o piedras cortadas en el mismo sitio y de un maravillo artificio.
Paso por el Puente Zuazo que estaba protegido por un frente avanzado de dos baterías y un reducto al final del puente, por la parte de la Isla, que consta de una batería alta y baja, con un rastrillo exterior y puerta interior. En esta época el paso central del puente era desmontable.
Fotografía de 1895.
El escudo de Hércules en una de las cabezas del Puente Suazo (puerta de acceso al fortín)
Este escudo en el que se representa a Hércules con el León de Nemea, las dos columnas, y el escudo nacional, está instalado actualmente en el frontón del Ayuntamiento de Cádiz donde fue colocado en 1928. Cuando en los años 20 fueron desmontadas las fortificaciones del Puente Zuazo para permitir el paso del tráfico rodado, este grupo escultórico fue guardado en Cádiz hasta su colocación.
Uno de los fortines del Puente Suazo en época posterior a la guerra de la Independencia.
Restos de la Batería de Caballero Suazo
Puestos de guardia y aduana.
Camino del Puente de Zuazo desde San Fernando
Vista aérea del puente cuando aún era transitable.
Imagen aérea donde ya podemos ver los dos puentes sobre el Caño de Sancti Petri.
Actualmente el puente se encuentra en muy mal estado y se hace urgente una restauración del mismo.
Escalinatas situadas a la derecha del puente saliendo desde la Isla.
En esta imagen vemos parte del muro que se ha desprendido.
La vegetación se adueña de las piedras y acabará separando los sillares que como nos contaban los historiadores, estaban unidos de una forma maravillosa que no necesitaron de ningún material entre ellos.
Paseando en kayak por el Caño de Sancti Petri para fotografiar el Puente de Zuazo desde otras perspectivas.
Ojo central
Tuberías de conducción de las aguas.
Entre dos puentes.
Este puente es el emblema de nuestra Ciudad, y está
declarado por la Conserjería de Cultura de la JJ.AA, como Sitio Histórico Artístico.
En su amurada se mandó por
acuerdo municipal de fecha 23.12.1914, se colocase y así se hizo, una lápida
conmemorativa a la defensa y a sus defensores, de aquél famoso asedio que
sufrió nuestra plaza durante los años citados y durante la pasada “Guerra de la
Independencia Hispano Francesa”. Dicha placa desapareció de forma extraña; y
jamás fue sustituida por otra.
Por parte de la hacienda estatal,
son entregados el día 28.09.1927 al actual M.O.P.U, los torreones existentes en
dicho Puente, a la entrada de nuestra Ciudad, que mandó construir el día
20.05.1587, el Rey de España Felipe II, derribados para ensanchar la carretera en consonancia a las necesidades del
tráfico rodado.
Junto a este puente y dentro del Término
Municipal de Puerto Real, existe el famoso Real Carenero. Este conjunto fue
construido tras ser solicitada su petición el día 14.11.1562 al Real y Supremo
Consejo de Castilla como era por entonces preceptivo realizarlo, por parte de
D. Antonio Ledesma (Veedor de la Armada), siéndole autorizado en fecha
18.12.1564. En dichos establecimientos se construyeron y repararon toda clase
de navíos, de las entonces Reales Armadas de la Corona de España; especialmente
de sus carenas. Decir de él, que fue el antecesor del actual Real Arsenal Naval
de la Carraca, por quien fue sustituido en los inicios del Siglo XVIII.
El día 23 de Septiembre de 2007,
se celebró la primera recreación de la célebre “Batalla del Portazgo”, dentro
de los actos de la festividad del 24 de Septiembre. En dicha ocasión fue
colocada una lápida, en la amurada de la “Batería del Caballero Zuazo y junto
al monumento al Salinero”, siendo esta inagurada en alegoría al sitio y a la defensa de nuestra plaza ante
el cerco y asedio padecido de parte del Ejercito Francés (1810 /1812). Dicha
lapida suplió a otra colocada en el Año de 1914, que desapareció tristemente de
una marmolería ubicada en la zona de la Ardila denominada “Espada”, a la que
fue remitida para su restauración y donde se le perdió el rastro.(Juan José Maruri Niño)
Video sobre el Puente Zuazo y baterías. Recreación virtual.
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