La Plaza de Juan Vargas se encuentra entre las Avenidas Montañeses de la Isla y la del Puente de Zuazo. Esta plaza está dedicada al propietario de la Venta de Vargas que está situada a escasos metros de este lugar. En la fotografía podemos ver la venta a la izquierda, al final de la plaza.
Se trata de una plaza peatonal, rodeada de bancos y con un lateral ajardinado con palmeras washingtonias. En su comienzo se halla la escultura de Antonio Mota dedicada a Camarón de la Isla ya que este cantaor isleño estaba muy ligado a la Venta de Vargas.
A la izquierda de la Plaza de Juan Vargas se encuentra el Centro de Salud Cayetano Roldán, que fue anteriormente el Ambulatorio Hermanos Laulhé. Dedicaremos a este centro la próxima entrada de este blog.
Escultura dedicada a Camarón de la Isla.
Placa situada en el pedestal del monumento.
Existe en la Isla un recorrido dedicado a la figura de este isleño que ha llevado el nombre de nuestra ciudad a todo el mundo. En cada uno de los puntos se ha colocado un monolito con un relieve de la figura del cataor, y en la parte de arriba un texto explicativo del lugar relacionado con José Monje, Camarón de la Isla.
Camarón de la Isla, muy joven, junto a María Picardo en la Venta de Vargas.
Estado actual de la Venta de Vargas.
Placa colocada en la fachada de la Venta de Vargas
Desde que se construyó el edificio que presenta la actual Venta de Vargas ha habido bastantes cambios en su entorno, especialmente las carreteras que la rodean que han ido cambiando por necesidades del tráfico.
En esta imagen vemos que por la puesta de la venta pasaba la Nacional IV en su camino hacia el centro de la ciudad y su salida hacia Cádiz.
En esta otra imagen ya no aparece la carretera y en su lugar se encuentra una zona de aparcamientos para los clientes de la venta. En la foto aérea que vemos a continuación podemos ver cómo se hallaban los alrededores en esa fecha, 1985.
Por comentar algunos detalles de esta foto propongo que nos fijemos en que el Castillo de San Romualdo aún mantenía las construcciones que se habían hecho adosadas a sus muros. En la Plaza Sánchez de la Campa (Plazoleta de las vacas), seguía el edificio de la lonja que fue inaugurado el día 18 de julio de 1965 y demolido años más tarde para remodelar la plaza. Tras la gasolinera, que aún no había sido modernizada, no existía la urbanización que se construyó posteriormente. Y evidentemente no había nada que hiciera presagiar que por este lugar pasarían las vías de un nuevo tranvía.
Junto a la Venta de Vargas aún estaba la Estación de bombeo que fue inaugurada el día 15 de abril de 1956, cuando se puso en marcha el nuevo sistema de alcantarillado público. Hoy día encontramos un solar donde se comentaba se podría haber sido construido el Museo de Camarón pero según las noticias sobre este museo no va a ser instalado como se hablaba, junto a la Venta de Vargas y será acogido en la Casa de Lazaga, cosa que está dando mucho que hablar al tener muchos detractores, aunque hay proyectos que podemos considerar aceptables.
Fotografía en la que aparecen Juan Vargas, María Picardo(esposa de Juan) y Catalina Pérez (madre de Juan).
Juan Vargas a las puertas de la venta, fecha aproximada 1940.
La Plaza de Juan Vargas fue denominada oficialmente el día 8 de marzo de 1993. Es conocida por muchos isleños como la Plaza de Camarón por motivos evidentes.
Historia de la Venta de Vargas publicada en su página oficial.
Todo comenzó en 1921 cuando Catalina Pérez una gitana oriunda de Alcalá de los Gazules, cogió el arrendamiento de una venta llamada Eritaña, a un torero conocido como Perico ‘El Tate’, que cantaba las saetas a rabiar. En estos primeros años, Catalina Pérez desplegó su sapiencia culinaria en los fogones de la venta e introdujo platos típicos de su tierra que aún perduran como la berza gitana o el rabo de toro. Pero, su más importante aportación fue las Tortillitas de camarones, que no es que la inventara, porque es un plato originario del barrio de las Callejuelas de San Fernando, sino que innovó y buscó una alternativa más liviana de ese plato. Su innovación fue cambiar la proporción de harina de garbanzo y harina de trigo, para hacer una Tortillitas más finas, tal y como la conocemos hoy en día. Desde ese momento, las Tortillitas de camarones pasaron a ser santo y seña del restaurante y con el tiempo de toda la provincia.
En 1935, Juan Vargas, su hijo, entra de lleno en el restaurante, lo compra y le da su apellido, pasándose a llamar Venta de Vargas. Es llamado a filas y ejerce como cocinero y tras la guerra comienza a engrandecer la Venta y a darle esa popularidad de la que hoy aún goza. No sólo las Tortillitas de Camarones se hacen santo y seña del restaurante, sino también las “papas aliñas”, el Bienmesabe, las croquetas de puchero, la berza gitana, el rabo de toro y sobre todo los lenguados de estero. En estos platos colabora también una cañailla de La Huerta de la Compañía, estamos hablando de la esposa de Juan Vargas, María Jesús Picardo. Trabajadora incansable e inteligente, aporta la constancia, la seriedad y las relaciones con los clientes. Esta relación entre suegra y nuera, Catalina y María Jesús, Alcalá y La Isla, son el pilar fundamental de la cocina de la Venta. Esta sapiencia culinaria es la base de una carta que tras 89 años ha sufrido pocas modificaciones y puede considerarse como patrimonio gaditano y así reza en la presentación de la misma que por los años 30 confeccionó Juan Vargas ‘nunca hemos claudicado a las modernas formas de comer, aquí: el pan es pan y el vino es vino’.Paralelamente a su gastronomía la Venta de Vargas fue adquiriendo otro prestigio a través de los años, me refiero a su patrimonio flamenco y que puede considerarse de igual categoría que su rama gastronómica.
Juan Vargas, gitano, flamenco y flamencólogo supo hacer a la Venta morada de los artistas gaditanos que por aquellos años se ganaban la vida cantando en las ventas.
Pero es la Venta de Vargas un lugar donde reside el arte y los propios artistas se sienten embriagados del duende que desprenden sus azulejos de Mensaque. Especial fue la relación de Caracol con Juan Vargas que se trataban de hermanos. Es conocida la seguidilla que cantó el artista cuando murió Catalina, madre de Juan, o el duelo flamenco con Camarón en el reservado del local. Manolo Caracol y Juan Vargas eran uña y carne y por ello eran habituales los regalos entre ambos. Otro episodio glorioso para el restaurante es la relación con José Monge Cruz, Camarón de La Isla, que tras empezar su carrera musical cantando en la Venta expandió su arte por todo el mundo. Famosos son sus encuentros con Caracol, Mairena, Paco de Lucía, Ricardo Pachón; las grabaciones en la puerta de la Venta, los cantes a los cabales, su primer contrato con Miguel de los Reyes, sus almuerzos con la familia, el bautizo de su hijo José o el velatorio de su muerte. Es por ello que la Diputación de Cadiz en el año 2000 y en su nombre D. Rafael Román,eligiera a la Venta de Vargas como sede para solicitar la Llave de Oro del flamenco para Camarón de La Isla y reunió a todos los flamencos de la provincia para tal fin. Más recientemente tenemos la explosión artística de Sara Baras que despuntó en actuaciones ocasionales en la Venta, o el descubrimiento de la Niña Pastori por Alejandro Sanz y Paco Ortega, en una juerga en el patio del restaurante.
Todos estos acontecimientos están plasmados en fotografías que forran las paredes de la Venta y en firmas en el Libro del restaurante.Es por ello que las miles de visitas que tienen la Venta, la consideran como un verdadero museo y son multitud los programas de televisión y radio los que se graban en el restaurante de TVE 1, La 2, Canal Sur, Antena 3, Tele 5, La 6ª, Al Jazeera, Onda Cádiz, Onda Bahía, Cadena Ser, Radio La Isla.Los reconocimientos han acompañado a la Venta en su existencia y así se le han entregado los siguientes galardones:- Placa al Mérito Turístico, por el Ministerio de transporte y turismo en 1983.- Medalla al mérito en el trabajo en 1982, a María Jesús Picardo, por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.- Premio a la Promoción de la Identidad Isleña en 2005, por el Ayuntamientode San Fernando.- Medalla de la Provincia de Cádiz otorgada en 2011 por la Diputación de Cádiz. Además de otras distinciones de Horeca, Acosafe, Confederación de Empresarios, Diputación de Cádiz y diversas asociaciones y entidades.Actualmente regenta la Venta los Hermanos Manuel y José Picardo Lobato,junto a sus esposas Conchi Torres y Lela Fontao; sin olvidar que hay una cuarta generación preparada para sustituir a sus padres.
Hace ya más de 40 años que siempre que visitaba San Fernando, comía en la Venta de Vargas. Conocí a Dª María y en más de una ocasión compartí mesa con ella. Visitar de nuevo La Isla de León, es uno de los tres viajes que tengo pendientes, espero que me de tiempo a realizarlos. Saludos
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